Capítulo 4

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— Ya te han enseñado Barcelona entonces – me susurró cuando nos sentamos a cenar.

— Claro con guía propio y todo. – le respondí sin mirarle.

— Pero te lo han enseñado dos andaluces, un canario y un valenciano – continuó borde

— Te falta Balde que si no me equivoco ha nacido en Barcelona – le dije mirándole.

— Es medio catalán no sirve, además él no conoce el mejor sitio para ver las estrellas – dijo alejándose, terminamos de cenar y los chicos empezaron a jugar con una pelota hasta que se hizo muy de noche.

— No creo que sea buena idea que sigáis jugando sin ver – le dijo Idaira a Gavi cuando se acercó a beber.

— No te preocupes aquí se ve poco pero allí vemos algo más, están los ojos acostumbrados a la luz.

— Claro, por eso Ansu se acaba de caer – dije señalando hacia donde estaban jugando – y Fermín también – dije después de que Fermín se tropezara con una zapatilla de Ansu.

— Si, creo que no es muy buena idea no – dijo alejándose para avisar a los chicos.

— Dios que ostia me he pegado – dijo Fermín sentándose en la silla que había a nuestro lado.

— Solo a vosotros se os ocurre jugar de noche – dijo Idaira pasándole un vaso de agua – Era para que te limpiaras que estás lleno de barro, pero bueno – dijo después de que se bebiera el vaso de agua.

Fermín entró a limpiarse mientras los chicos se acercaban.

— ¿Ansu estás bien? – le preguntó Idaira al ver que venía medio cojeando.

— Nada que este idiota me ha pisado – dijo empujando a Balde que estaba a su lado. Después de limpiarse el barro por orden de Idaira que aprobó el Canario entramos al salón porque iban a jugar al FIFA.

— No te quita la vista de encima – me susurró Idaira cuando se sentó a mi lado.

— Será coincidencia o cosa tuya - le susurré de vuelta.

— No querida es la realidad.

— Queréis chicas – dijo Lamine ofreciéndonos unas chuches.

— Vale – dije cogiendo un regaliz pero cuando lo iba a morder una mano me lo quitó, miré a mi lado y estaba Marc sonriendo con mi regaliz en su boca, le di un manotazo en la pierna para quitarle la sonrisa de la boca y me puse a hablar con Idaira mientras ellos jugaban.

Ya llevaban un rato jugando cuando miraron la hora y nos dimos cuenta que era de madrugada.

— Creo que algunas personas van a dormir en la calle – dijo Fermín mirando la hora.

— Joder ha pasado la hora de entrada – dijo Marc.

— Os podéis quedar aquí si queréis o quedaros todos – dijo Pedri – las habitaciones de mis padres y de Fer están libres y luego hay dos más y uno puede dormir conmigo si faltan sitios.

Nos repartimos las habitaciones y nos fuimos a dormir.

— Ahora vengo, voy al baño – le dije a Idaira saliendo de la habitación, cuando iba a entrar al baño la puerta se abrió.

— Vaya mira qué coincidencia – dijo parándose en la puerta.

— Bueno teniendo en cuenta que solo hay un baño en este lado – dije con burla.

— También es verdad, que descanses – dijo pasando por mí lado – y que sueñes conmigo.

— ¿Qué has dicho? – le pregunté aunque le había escuchado.

— Que sueñes bonito he dicho.

— Ah vale, que descanses tú también.

Cuando terminé en el baño me dirigí a mi habitación y me encontré con Gavi saliendo de ella.

— Buenas noches – dijo alejándose a su habitación.

— Algo te ha pasado – me dijo Idaira metiéndose en la cama.

— Me he encontrado con Marc – le dije mientras me acercaba a mi lado de la cama.

— ¿Habéis hablado? ¿Qué te ha dicho? – me preguntó sin dejarme responder la primera pregunta.

— Si, pero simplemente me ha dado las buenas noches, nada interesante.

Catarsis [Marc Bernal]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora