POV Leonardo
Lo que acaba de pasar en el laboratorio me ha conmovido. Sé que sólo son clones, pero siguen siendo seres vivos y la idea de que tengamos que, en cierto modo, "eliminarlos", me hace sentir culpable. Si no me hubiera alcanzado ese rayo, nada de esto habría ocurrido. Pero es inútil pensar en ello ahora, no se puede cambiar el pasado y su reacción ha confirmado que no nos queda más remedio.
Supongo que por el momento tendremos que aprender a vivir con ellos, hasta que el invento de Donnie esté listo. Obviamente será mi responsabilidad comprobar que no causan problemas de ningún tipo, pero eso no significa que vaya a estar vigilándoles todo el tiempo. Creo que puedo dejarlos libres para que hagan lo que quieran dentro del refugio, pero antes quiero echarles un vistazo. Los llevo a mi habitación y nos encerramos allí, los cuatro solos. Quiero hacerles algunas preguntas para comprobar si realmente hay otras diferencias entre nosotros y cuánto saben de mí y de mi familia. Parece una locura, pero en realidad lo saben todo: mis recuerdos, gustos, pensamientos, sentimientos. Esto empieza a ponerme nervioso. Puedo imaginar cómo podrían comportarse y algunos de estos escenarios no me gustan para nada, uno de ellos en particular me preocupa más que los otros. Tengo miedo de que pueda revelar mi secreto sin querer y si eso ocurre, entonces espero que la invención de Donnie me haga desaparecer junto con ellos.
Tras acordar algunas indicaciones sobre cómo vivir juntos, finalmente decido dejarles marchar. Encerrarlos en mi habitación sería una precaución injustificada.
A pesar de la absurda situación en la que nos encontramos, tengo que admitir que el día está yendo mucho mejor de lo que esperaba, especialmente el entrenamiento. Sensei sugirió que mis clones también participaran y la idea resultó ser brillante. Ver cómo lucho desde fuera, como si fuera un mero espectador, ha sido revelador. Ahora muchos de los consejos de Splinter me parecen mucho más claros y por fin puedo corregir mis puntos débiles. Todo se ve muy diferente desde este punto de vista. No quiero utilizar a los otros yo como un instrumento, pero debo aprovechar esta oportunidad para mejorar mis técnicas. Uno de ellos en particular parece estar de acuerdo conmigo.
Al final del entrenamiento, cuando todos se han ido y sin que yo pudiera decirle nada, me para para pedirme que sigamos entrenando los dos solos. Eso es exactamente lo que estaba pensando. Éste es al mismo tiempo el combate más fácil y más difícil de mi vida. Por un lado, conozco perfectamente a mi oponente y todas las técnicas que podría utilizar, pero por otro, esto también se aplica a él. No importa cómo le ataque, siempre encuentra la manera de defenderse y viceversa, ninguno de los dos puede asestar un golpe. Este ejercicio es realmente desafiante y divertido, porque me obliga a tener que inventar maniobras completamente nuevas y a experimentar técnicas que nunca había utilizado hasta ahora.
Mi entusiasmo está por las nubes y desearía poder continuar una y otra vez, pero el cansancio me lo impide. Desde que han aparecido mis copias, nunca me ha abandonado. Donnie dice que puede que el rayo haya utilizado parte de mi energía para crearlas y que todo debería resolverse por sí solo con un poco de descanso. Es sólo una hipótesis, pero es todo lo que tengo. Tengo que confiar en él y esperar a ver si efectivamente esa es la causa. Si no hay mejoría entonces le pediré que me haga otro chequeo. Salimos del dojo y caminamos hacia la cocina para buscar algo de beber, pero al cruzar el pasillo, veo a otro de mis clones hablando con Raph. Ojalá me equivoque, pero me temo que es a él a quien le pedí que se mantuviera alejado.
Intento pasar discretamente y continúo mi camino, observándoles desde la distancia. Me gustaría no interferir, pero cuando Raph se sienta a su lado, noto que de repente se pone colorado y al cabo de un rato empieza a tartamudear. Es imposible que Raph no se dé cuenta, debo sacarlo de allí inmediatamente. Preso del pánico, corro hacia ellos y agarro a mi clon por el brazo: "Perdona la interrupción, pero necesito hablar contigo urgentemente, los dos solos"
"¿Qué te pasa Leo?"
Mi hermano ya estaba extrañado por la actitud del otro yo y ahora, con esta ridícula intromisión mía, lo estará aún más, pero sigue siendo mejor que la alternativa: "No te preocupes Raph, nada serio, sólo una charla de clones, no lo entenderías. Hasta luego"
Lo arrastro apresuradamente hasta mi habitación y cierro la puerta tras de mí, luego me apoyo en ella. Nos miramos durante unos segundos y su vergüenza aumenta aún más: "Por favor, dime que no se lo has dicho"
Jadea y agita las manos frenéticamente delante de él: "¡¿Eh?! No, te juro que no he dicho absolutamente nada y no tengo intención de hacerlo"
Yo le creo, sé que no quiere ponerme en una situación complicada, pero mi miedo es que lo diga sin darse cuenta o que Raph llegue a darse cuenta incluso sin que él lo admita abiertamente. Tengo que asegurarme de que ninguna de las dos cosas haya ocurrido todavía: "¿De qué estabais hablando?"
"Nada importante, me hizo unas preguntas sobre lo que hablamos en el laboratorio"
"¿Entonces por qué estabas todo rojo?"
Se frota las manos nerviosamente y mira hacia otro lado, no promete nada bueno: "Es que... se sentó a mi lado y... y estaba tan cerca..."
Al principio me quedo como petrificado, pero cuando me doy cuenta de verdad de lo que me ha dicho, me doy cuenta de que el pánico es realmente la respuesta correcta: "¡¿Me estás diciendo que te pusiste rojo como un tomate sólo porque se sentó a tu lado?!"
No me lo puedo creer, es peor de lo que pensaba, no pensé que pudiera ser tan sensible.
Me mira con ojos brillantes y una expresión tan preocupada como la mía: "¡¿Lo siento, vale?! No era mi intención, pero no puedo evitarlo, es más fuerte que yo. ¿Qué esperabas? Soy tu yo más sentimental, ¡claro que me emociono con todo!"
Está bien ser sentimental, pero esto roza la locura. Esto es mi fin, tarde o temprano lo descubrirá: "¡Entonces no vuelvas a acercarte a él por ningún motivo!"
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Un problema elevado al cubo (TMNT Yaoi)
FanfictionOtra misión, otro experimento krang y otra batalla, pero esta vez algo sale mal. El rayo de aquella extraña máquina no alcanza al krang que había sido seleccionado como conejillo de indias, sino a una de las tortugas. Todas tienen fe en que Donatell...