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Jennie

Estados Unidos resultó ser más caloroso de lo que imaginaba, extraño la comida de casa, fideos negros, Doenjangguk, extraño esa sopa, voy a contratar a un check coreano pronto, no soporto la comida americana, excepto por ese espagueti con albóndigas.

- ah, zico necesito ese lado, ya - suspiro soltando ese abanicó, mientras él llega con las copas.

- la fila era muy larga - se sienta mientras reparte las copas de helado.

- compraré la heladería - proclamó enseguida.

- entonces si una tienda Chanal se llena también la comprarías - me extiende mi helado de crema.

- sí, la compraría, me compraré una farmacia entera, si la gente molesta, un hotel, un castillo, todo- respondo sería, sabe que es una broma.
- ¿qué hacemos aquí? - pregunta Jocelyn, se supone que hoy iríamos a la playa y estaríamos todo el día juntas, como regalo por olvidar nuestro aniversario.
- una vieja amiga me contactó - acarició el dorado de su cabello que cubría su frente, ella me sonríe, cree en mí ciegamente.

- ¿por qué? - Rosé se cruza de brazos.

- la metí en problemas por tener un pasado conmigo, tal vez solo quiere que diga que no tenemos ningún lazo en la actualidad, - pongo mis gafas sobre la mesa, mientras miro a las otras mesas esperando ver aquella amiga, espero que este encuentro valga la pena.

- entonces, ¿por qué su presencia? - Jocelyn quita los cabellos, qué el viento soplo sobre sus labios.

- primero tiene que probar de que no me está mintiendo - trueno mis dedos. - ahí está - mis ojos la encuentran, ahora su cabello es más oscuro que cuando era adolescente, ha crecido mucho desde los dieciséis.

-¡aquí! -grito, Rosé encoge los ojos y da un sorbo a su limonada, por lo menos aparenta que no sabes nada.
- lisa, así que se trataba de ella - suelta una pequeña risilla mientras sus ojos clavan en mí, - ¿por qué no me lo dijiste?- dice entre dientes con su falsa sonrisa.

- No tengo obligación de hacerlo - muevo mi cabello, golpeando a su cara.

- hola Rosé - suspira, sigue teniendo aquella costumbre de sujetar su pantalón al pararse, sonreí de lado al notar que su forma de moverse, caminar y hablar sigue igual.

Se sienta frente a mí, entre zico y Jocelyn
- oh querida luces igual que antes, te presento, ella es mi novia Jocelyn - señaló a la nombrada mientras acarició sus piernas, sus ojos están en mis manos, claro, tal vez recuerda los viejos tiempos donde era a ella a la que acariciaba así. - zico y Rosé, a ella ya la conoces cierto, fuiste muy amiga de su novia -.

Lisa me miró fijo cuando dije lo último, permanecí sonriente, con mis manos subiendo cada vez más arriba, acariciando las piernas de Jocelyn, en frente de ella,

"estás cómoda" "no te molesta esto"

Me pregunto si entiende lo que quiero decirle, tal y como yo lo entiendo.

- Jocelyn, ella es lisa, mi vieja amiga del colegio, estudiamos juntas con mi hermana y Rosé en la misma escuela - levanto sus ojos, pero seguía con su cabeza inclinada.

- mucho gusto - respondió acariciando los cabellos que colgaban de su frente.

- es muy linda - Jocelyn alaga.

- y ¿cómo te ha ido, veo que cumpliste tu sueño? - zico le extiende el helado, que pedimos para ella, chocolate y crema, su favorito.

- bien, ya sabes... Cumplí mi sueño y eso..., pero ahora las cosas no están yendo nada bien - juega con el helado, siquiera lo prueba, solo lo embarra en la cuchara mientras habla.

- ¿bien?, ¿de qué hablas? - me cruzó de brazos.
Lisa saca de su cartera un documento, y una pluma.

- chicos pueden, dejarnos solas - miro a Ròse, lo entiende enseguida.

- porque, vamos a conocer a tú... - Jocelyn interfiere.

- No es el momento, amor... Ve - alzó un poco mi voz.

Cuando al fin todos se marcharon, puse mis manos sobre la mesa y me incline más a ella, dejando de lado la formalidad y la educación, la amabilidad para ser más directas.

- ¿que es lo que quieres sin rodeos? -

- sabemos que tienes un informante en el FBI me despidieron por nuestro viejo pasado, así que me pidieron que pruebe no tener ningún lazo de amistad contigo, si lo consigo... Puedo volver a mi trabajo después de tu captura - habló como robot, sin emociones, repitiendo todo al pie de la letra, sin remordimiento

- me estás tomando el pelo, aún sigo enojada contigo - me recuesto sobre la cilla

- pasaron ocho años jennie... -

- ¡y que! - golpeó la mesa.

- ocho años en los que he estado dispuesta a recibir tu perdón -

- éramos niñas, no seas infantil -

- teníamos algo más fuerte que un romance adolescente -

- vas a firmarlo o no -

- No. -

- perfecto recoge sus documentos y su pluma -

- si te levantas de la cilla te mato - estoy loca, lo sé, pero viva o muerta, no la dejaré ir otra vez.













Antitesis jenlisa 🔞🫦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora