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~|HARRY|~

Otro día pasó.

Sigo andando en la calle San Alvaro, ahí se encuentra el bar "The Docks".

Aquí es donde encuentro a muchachas que quieran sexo, solo por una noche, no por amor. Yo no salgo con nadie, y no AMO a nadie.

Que eso quede claro.

Entro en el bar y me pido un Mojito, otro, y otro, entonces llega una chica bien buena, un culo enorme y unas tetas que salen de su vestido rojo de palabra de honor que le llega arriba de la pierna.

Bien hecha y con formas, me quedo mirándola, pide una Vodka y miro cómo lleva su vaso hasta sus labios, la follo.

Se vuelve hacia mi y me mira con sus ojos azules, que no había visto antes, con el pelo corto y pelirojo, es como si fuese una zorra, la que me quería tirar YO.

- Hola guapo. Me dice subiéndose encima de mi, poniendo sus rodillas de cada lado de mis piernas.

- ¿Qué quieres que hagamos? Los dos..., me pone esta chica y ¡la quiero follar!

Me hablaba en mi oreja y la cogí por el pelo, poniendo mis labios sobre los suyos llenos de pinta labios rojo.

- Podemos... follar..., me dice eso con tanta sensualidad que ya no puedo más.

La levanto y nos vamos a las habitaciones en el primer piso del bar.

Cuando llegamos a una habitacion, no paro de besarla, y cierro la puerta con llave. Me voy a la cama, con sábanas blancas y un cabezero madera marron claro, donde ya esta tumbada ella, y la cojo por el pelo y la beso con furia. Me muerde el labio inferior y no me puedo aguantar, suelto un gemido.

- Me...gustas...me...encantas... ¡follame!, me dice dándome besos en mi torso a cada palabra.

- ¡Te voy a follar hasta que no pares de gritar mi nombre zorra!, le dije mientras ella intentaba quitar mi cintura y bajar mi pantalon.

- Me gusta que me hables así... Follame guapo... ¡Follame!

Me lo dice con tanta insinstencia que no puedo dejarla así. Le quito su vestido arracándolo, y miro que no tiene sujetador solo un tanga negro de encaje, que me pone.

- ¡Follame!

Ya me harto de decir que le folle, le quité el tanga y la puse de cuatro patas poniéndome un preservativo. Y la penetro fuerte en su culo. Estaba gritando, y ya no podía más, la puse de espaldas a la cama y la penetro otra vez pero por delante.

- ¡Más fuerte! ¡HMMM! ¡OH!, estaba gritando, la follaba más fuerte, más fuerte a cada vez.

- ¡Grita mi nombre puta!, le dije mientras estaba lleno de perlitas de sudor en mi cuerpo. Dilo, di mi nombre.

- ¡AH! AH! ¡DIOS MIO!, se estaba mordiendo el labio y cerraba los ojos.

- Grita Harry, ¡quiero que lo digas! Puta zorra! Dilo!

- Ha...HA...¡HARRY! ¡MÁS FUERTE! ¡AH!

Yo la obedecía e iba más fuerte, más fuerte a cada penetración. Cuando llegó a su orgasmo y yo al mío, me vestí y la dejé ahí en la cama desnuda dejando el preservativo en unos de los muebles de la habitacion.

Salí del bar, el invierno estaba delante de mi, pisaba la nieve con mis botines negros. Me puse mi gorro negro y monté en mi vehículo direción mi apartamento, cogí el mismo camino que uso siempre, donde no hay nadie. Puedo decir que me gusta estar solo, no me gusta estar con gente.

INEXSAUSEDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora