Ladrón: ¡pásame la maleta! -saca un arma blanca-
Eric: ¡no, no ni loco! Mi maleta no, esto es lo más importante para mí, quédate con mi dinero, pero con la maleta no, por favor
Ladrón: ah, no me pensas pasar la maleta? Listo -le muestra la navaja y empieza a amenazarlo-
Maria: ¡eric, dale la maleta! -gritó maría-
Eric se resistió a entregar la maleta, por lo que el agresor se abalanzó sobre él, hiriéndole gravemente en la espalda con dos puñaladas y arrancándole la maleta de la espalda para finalmente salir corriendo de la escena del crimen. Dejando a María en medio del frio de la noche y la niebla que cubría todo el lugar, desesperada y pidiendo ayuda.
Maria empezó a tocar las puertas de la cafetería en la que el mesero estaba limpiando todo.
Mesero: ¿qué sucede? -la mira con desesperación-
Maria: lo apuñalaron, a él, lo apuñalaron, llame a una ambulancia, por favor -dice poniéndose el corazón en la mano-
Mesero: -mira al piso al chico que está agonizante y se lleva la mano a la boca de la impresión- Toma esta toalla, tienes que presionarle sobre la herida antes de que siga desangrándose más y más. Voy a llamar a la ambulancia de inmediato.
-Maria se tiró al piso para presionar fuertemente en la herida de Eric-
Maria: vas a estar bien, Eric, te lo prometo por mi vida que si, todavía nos falta vivir el mañana, pasado mañana y las semanas que me queden aquí. No voy a permitir que te vayas, eso si que no.
Eric: -dice agonizando en el suelo antes de desmayarse y perder la conciencia- hoy no moriré, no moriré por ti, porque de no haberte conocido esta noche te aseguro que ya estaría muerto. Te debo un café Maria, y te lo voy a dar -se desmaya-
-Maria empieza a moverlo y a hacer todo tipo de movimientos que hagan que este reaccione-
Al ver que Eric ha quedado tirado en el suelo no le queda de otra que llorar desconsoladamente esperando que la ayuda llegue pronto. Es allí cuando el mesero sale y le avisa que la ambulancia está llegando, Maria lo corrobora porque el fuerte ruido de las sirenas parece estar a punto de doblar la esquina para llevarse a Eric.
Al llegar los paramédicos y subirlo a la ambulancia María sube y le pregunta a uno de los paramédicos: ¿va a estar bien?
Paramédico: Si señorita, va a vivir para contarle a todos los que conozca por qué debe mirar la hora antes de decidir salir a las calles de Buenos Aires a la una de la madrugada.
-María mira los relojes de ambos y se siente culpable-
Mente de Maria: si tan solo no le hubiera contado esa historia...
Paramedico: señorita, está hablando en voz alta, y déjeme decirle que si lo conoció esta noche fue por algo.
Maria: ¿usted cómo sabe eso?
Paramedico: mire, él tenia un pequeño pedazo de papel en la mano. Escribió toda la conversación que tuvieron, es usted muy afortunada.
-Maria le arrebata el pequeño trozo de papel-
Maria: -sonríe mientras las lágrimas se deslizan por su rostro- Ay, Eric, con que este es solo el principio de nuestra historia.
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Te conocí de noche.
Ficção AdolescenteElla en la cafeteria, descansando y soñando con estar pronto en casa. Él llegando, apresurado y sin miedo a lo que pueda pasar entre ambos cuando empiecen a hablar. Otra noche en Buenos Aires.