Vi and Caitlyn (Lemon)

El viaje y el descubrimiento

Al día siguiente Violet fue la primera en despertar, vió a su compañera a su lado y sintió tranquilidad, se sentía tan cómoda junto a ella, a pesar de encontrarse viviendo en las condiciones en las que estaban, nunca se había sentido tan segura junto a alguien... Pero en realidad no se había detenido a pensar si Caitlyn, se sentía segura en este lugar, al dormir, al estar sola o al hacer cosas tan básicas y cotidianas como ducharse. Nadie solía concurrir a estos lugares, ya que en realidad ¿A quién le resultaría interesante entrar a otra de las tantas casas, armadas por vagabundos o seres consumidos por el brillo?.

Luego de abrazar durante unos minutos a la vigilante desnuda junto a ella, la besó suavemente en la frente y acarició su hermoso cabello azul, para luego colocarle una camisa larga, vestirse y salir a "explorar".

Luego de salir de la zona de adictos al brillo y vagabundos de Zaun, recorrió el mercado, en donde sólo consiguió robar un par de frutas y una pequeña bolsa plástica de carne seca, alimentos cuales planeaba ir comiendo durante su viaje.

Llegando a la frontera con Piltover, se volvió completamente innevitable recordarlo todo ... Los constantes combates en la zona habían logrado que el ambiente se cargara de un intenso olor a pólvora , pensaba en Ekko y Jinx... pensaba en Caitlyn y en ella misma aquel día en el que se vió en la obligación de dejar a dos de sus chicos destrozarse mutuamente, dejar a dos jóvenes llenos de rencor a su suerte, mientras intentaba soportar el dolor de tener que aceptar que Powder, jamás estaría de vuelta.

Al notar que se encontraba entrando a la gran ciudad , salió de sus pensamientos para fijar su atención en algo que lo requería inmediatamente. Observó rápidamente a su alrededor, divisando a lo lejos un grupo de 4 vigilantes ( para su conveniencia ) , estos se encontraban 2 calles más allá de su punto de destino. De todas formas cubrió su característico cabello rosa (el cual tenía un considerable largo en ciertas partes) y su distinguible chaqueta con un arapo que encontró en el borde de un basurero cercano. Debido a la falta de importancia que había tenido para ella la apariencia física hasta estos momentos , no se había tomado el tiempo para cortar su cabello.

Pudo reconocer fácilmente la fachada exterior de la ventana que estaba buscando, luego de asegurarse que nadie estuviera ahí para verla entrar a una de las casas más importantes de Piltover, por un acceso evidentemente no permitido ( cometiendo incluso delito por invasión a la propiedad privada, lo cual realmente no era muy discreto de su parte ) .

Apoyó todo su peso en uno de sus brazos, mientras que con el otro abrió la ventana, para luego sujetarse y así entrar a la habitación de su compañera.

"Es como si el tiempo no hubiera pasado aquí", pensó mientras observaba detenidamente cada rincón de la habitación, se le hizo casi imposible no pensar en estos 3 meses que se habían sentido como tanto tiempo y ahora... estando aquí... parecía no haber pasado ni una semana, todo estaba en su lugar, impecable y fresco, casi como si estuvieran esperando la llegada de Caitlyn cada día, incluso hoy.

Se comenzó a sentir algo abrumada por todos estos pensamientos, por lo que decidió sentarse un momento en la cama y respirar, para luego apoyar su cabeza levemente, solo un momento... en las cómodas almohadas.

Recordó aquel día en que pudo creer , al menos por unas horas que podrían cambiarlo todo, visualizó a la chica de cabello azul junto a ella y pudo sentirse algo reconfortada, recordó cuando sentía las fuerzas para seguir luchando por conseguir su felicidad y la de su pueblo...

A pesar de todo lo que se le había negado en su vida , siempre había anhelado (y continuaba haciéndolo) todo lo que le fue arrebatado a tan corta edad ; el cariño, el amor, una familia, un lugar seguro...

Ésta tranquilidad momentánea fue inmeditamente interrumpida por el estruendoso ruido de lo que parecía ser la puerta principal cerrándose, Vi se levantó de forma casi instantánea estirando torpemente las mantas y almohadas que había arrugado, para luego acercarse lentamente a la puerta del cuarto de Caitlyn para poder escuchar con mayor claridad los murmullos masculinos a lo lejos.