Capítulo 5

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Capítulo 5

Al día siguiente de la charla con Zee, antes de irnos a dormir me dicen que tienen que hablar conmigo y pienso: “Ya la cagué, me van a decir que deje de andar de metida entre ellos, además de un sermón y un reto”.

Nos sentamos y ellos se acomodan tomados de la mano.

Me cuentan que charlaron anoche y pudieron aclarar varias cosas. Que se sienten atraídos el uno por el otro, que quieren ir despacio en la relación. Que no son novios, que sólo están explorando lo que sienten, pero que son exclusivos. Y si las cosas derivan en algo más, me lo harán saber.

- O sea, nadie puede andar de arrumacos con alguien más. Están saliendo pero no son novios “toodaavíaa”. Hago énfasis en la última palabra. Y nos reímos todos.

Los abrazo a los dos al mismo tiempo y les digo que estoy muy feliz por ellos.

- Ah! Y no se olviden de que somos un trío!!! Eh?!

Ellos me abrazan, uno de cada lado y me empiezan a dar besos en las mejillas.

- Agh! Entre ustedes se tienen que besar!! No a mí!!

Y les agarro la barbilla y les acerco la cara. Se dan un besito rápido y vergonzoso.

- Uyy!!! Se acuerdan que los shipié cuando los conocí? Ah! Ahora mis papis se dan besos en las fanmitting!!! Les digo y hago gesto de fan emocionada.

Ahora, me tocan la cabeza y me despeinan, mientras trato de salir corriendo.

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Y así pasó Mayo y llegó Junio. Casi en la puerta de los exámenes finales de las materias cuatrimestrales. Por suerte entre los tres nos ayudamos a estudiar las materias en común. Y nos apoyamos en las otras.

Zee y yo tenemos además nuestro grupo de estudios para las materias de matemática, y NuNew tiene el suyo para las específicas de su carrera.

Estamos muy ocupados así que no presto mucha atención a su relación, pero he notado que están mucho más melosos, no solo en casa, sino también en público, lo que quiere decir que Zee se está soltando un poco más. Mostrándose más como quiere ser y haciendo más las cosas que quiere hacer.

Estoy feliz por ellos.

Una noche, de madrugada, me levanto al baño. Una de esas noches en las que me acosté temprano para levantarme a estudiar a las 5 AM ya que soy de esas personas a las que luego de la hora de la cena ya no le sirve el cerebro para cosas intelectuales, y ellos suelen quedarse despiertos un rato más.

Los veo en el sillón. Sólo está prendida la luz de la compu, abierta frente a ellos con algo en Netflix sonando bajito.

Zee está sentado, con la espalda bien apoyada en el respaldo del sillón. NuNew está sobre él, sentado a horcajadas.

Se están besando, con un beso intenso y apasionado. Veo sus lenguas moverse y recorrerse con ansias.

NuNew tiene una mano en la nuca de Zee y la masajea con fuerza, con los dedos revolviéndole el cabello. La otra mano le recorre los pectorales por debajo de la ropa.

Zee tiene ambas manos en las nalgas de NuNew y las recorre formando círculos, como masajeándole el trasero.

Escucho el “chuic-chuic” de los besos y gemidos débiles, seguidos de suspiros entrecortados.

Mierda! No quiero interrumpir pero mi vejiga va a explotar.

Retrocedo unos pasos sigilosos y vuelvo caminando, haciendo un poco de ruido y sin mirar hacia ellos, refregándome los ojos y diciendo en voz baja pero lo suficientemente alta para que me oigan:

- Mierda de vejiga. Encima en cuarenta minutos ya me va a sonar la alarma y me tengo que levantar. Y entro al baño sin mirar al comedor.

Cuando salgo, ya no están y todo está apagado. Realmente me tengo que levantar en un rato. Voy a ver si puedo dormitar hasta que suene el despertador, aunque, la verdad, ya estoy bastante despabilada.

Espero que durante el día alguno de los dos me pase actualización. Ideo en mi cabeza en qué momento podré estar a solas con NuNew.

Ellos se levantan a las ocho y desayunamos todos juntos. Veo que Zee encontró otra obsesión, además de la cintura de Nu, porque no sacó las manos de su trasero. Además, están más melosos que nunca.

En la noche, cuando Zee se va a duchar, me siento con Nu y lo miro con cara pícara y le hago señas para ir a mi habitación. Llegamos a conocernos tanto en este poco tiempo que entiende perfectamente lo que le quiero decir.

- Nos viste cuando te levantaste al baño anoche? Dice tapándose la cara. Asiento con la cabeza, y le hago un ademán con la mano de que cuente lo que pasó.

- Cuando te fuiste a dormir, nos quedamos estudiando, repasamos unas cosas de filosofía, eso que habíamos estado discutiendo a la tarde…

- Al grano Chawarin, que quiero saber los detalles, no toda su vida y obra.

-  Bueno, la cuestión es que empezamos a hablar de “Cutie Pie” y de los actores, que son nuestros preferidos y…

- Al grano! Le digo impaciente. - Ya se que que estaban viendo algo en Netflix. Vi la compu prendida y que algo estaba reproduciéndose.

- Bueno, la cuestión es que estábamos ahí sentados, viendo cómo Kuea estaba llorando destrozado en el auto, después de que Lian le dijera que no lo amaba. Yo era un mar de lágrimas y estaba acurrucado en su pecho. Él se da cuenta de que yo estaba todo lloroso y busca un pañuelo y me empieza a secar las lágrimas y me soplo la nariz, bueno, esa parte no fue tan glamorosa. Se ríe y continúa:

- La cuestión es que me agarra el mentón, para ver si todavía tenía lágrimas y lo acerca a su cara para ver mejor y no me pude resistir. Me acerqué un poco más hasta que nuestros labios estaban casi rozándose. Podía sentir la suavidad de su piel. Dijo pasando suavemente su mano por su boca.

- Y me besó. Sentí sus labios contra los míos y no quise salir de ese lugar. Primero nuestras bocas se exploraron recorriendo todo el exterior tiernamente. Pero estaba en una posición muy incómoda y me dolía el cuello, así que sin pensarlo, me separé unos segundos y me senté en su regazo, rodeándolo con mis piernas. Cuando volví a juntar nuestras bocas me encontré con su lengua, que quería explorar y la dejé, primero afuera y después dentro de mi boca, y ahí se unió con la mía.

- Después se unieron nuestras manos, a la exploración. Ese pecho todo marcado que tiene, lo recorrí completo. Y él se entretuvo con mis nalgas. Creo que se moría por tocarlas porque hoy no sacó sus manos de ahí.

- Si! Me di cuenta! Creo que son su nuevo lugar favorito. Me río y el continúa.

- Y ahí te levantaste al baño. Me mira fingiendo estar enojado y me guiña un ojo.

- Perdón. Le digo mirando al suelo y le recuerdo: - Cuando salí del baño ya no estaban. Qué pasó?

- Nos fuimos a la habitación, nos dio un poco de vergüenza. Un poco por vos, un poco por nosotros.

- Y?? Pasó algo más?

- Me pidió formalmente ser su novio. Amo a este hombre! Como si quisiera estar con alguien más! Y nos dormimos muy acurrucados haciendo cucharita.

Lo tomo de las manos y hago un gritito de felicidad.

Zee sale del baño y escucha los gritos agudos que estamos dando desde la pieza porque nos olvidamos de cerrar la puerta.

- Veo que ya te contaron las noticias. Me dice con la sonrisa más amplía nunca le había visto hasta ahora. Y se va corriendo a su habitación a terminar de cambiarse.

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Roommates - Compañeros de departamento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora