Capítulo 11

20 6 0
                                    

Capítulo 11

Así de tranquilo pasó medio año y llegó Junio. Preparando todo para los exámenes de las materias cuatrimestrales.

Es viernes y antes de despedirnos de nuestras compañeras, ellas nos invitan a salir a bailar. A mí me parece buena idea pero Zee me dice que prefiere quedarse en casa y me guiña un ojo. Entiendo con ese gesto que aprovechará la ocasión para tener sexo con su novio sin tener que contener toda su pasión, por decirlo de algún modo sutil. No insisto y le digo a las chicas que voy yo sola y que nos vemos más tarde en la fiesta.

A la noche me preparo para salir y NuNew me ayuda con el maquillaje y me presta una camisa muy bonita.

Me piden que les comparta la ubicación en tiempo real, así se quedan tranquilos. Es una medida que tomamos cada vez que salgo de noche sin ellos.

La fiesta estuvo bastante divertida. La pasé muy bien con las chicas y extrañé un poco a los tortolitos.

Por suerte no me hizo falta la protección de Zee ya que todos los desubicados estaban más atentos a las chicas de primer año que a nosotras. Tuvimos que ayudar a una a sacarse un pesado de encima, pero sin incidentes pudimos arreglarlo nosotras solas.

Llego ya amaneciendo a casa. Los chicos recién se están acostando a dormir también. Sospecho que la noche de pasión fue larga e intensa porque los dos tienen una cara de felicidad que no les entra en todo el cuerpo pero, y a su vez, un agotamiento que no pueden ocultar.

Creo que nuestro sábado de BL y comida Tai empezará tarde hoy.

----------------

Me despiertan unos gritos intensos, demandantes, autoritarios. Dos voces que, aunque familiares, no logro reconocer del todo. Los escucho como a lo lejos. No logro volver del todo a la conciencia.

Miro la hora y son las 12:30 del mediodía. Los gritos parecen venir de la habitación de al lado. Logro identificar que NuNew grita:

- No! No! No se lo pueden llevar! Con la voz ronca, como con importancia.

Escucho a Zee llorar. Con gemidos que le salen desde el fondo de la garganta y dice cosas que no logro entender, porque solo sonidos guturales salen de su boca.

Me incorporo de la cama de un salto y salgo al comedor para ver lo que está pasando.

Abro mi puerta y veo la escena más horrible que nunca habría querido presenciar:

Zee y NuNew estaban en su cama a medio vestir, NuNew protegiendo con su cuerpo al otro que no dejaba de llorar y de temblar abrazado a su cintura. Los padres Zee tironeándolo de las manos y los brazos para sacarlo de ahí, gritándole y empujando al otro para que los deje llevarse a su hijo.

No puedo de la rabia y de furia que siento en este momento. Voy al cajón de la cocina y busco el palo de amasar. Me dirijo hacia la escena y les empiezo a gritar a los mayores amenazándolos con el palo como si fuera un arma:

- Déjenlo! Suéltenlo! Lo están lastimando.

Ellos se percatan de mi presencia y me miran con cara de furia pero desorientados.

- Váyase! Fuera de acá. No son bienvenidos. Continúo diciendo, ahora que mi cerebro se despertó y entiende completamente la situación.

NuNew aprovecha la distracción para soltar las manos de Zee de sus agresores y lo cubre, como puede con su cuerpo.

Los señores Panich me miran y me increpan:

- Los estás defendiendo? Cómo es posible? Nuestro hijo te está engañando de esta manera tan sucia y aberrante.

Yo ya no puedo más con mi irá y les grito mientras sigo sin bajar el palo:

- No me está engañando! No soy ni nunca fui la novia. Esos chocolates no eran para mí! Eran para NuNew! Pero ustedes son tan ciegos y tan ignorantes que vieron lo que quisieron ver!

La madre se lleva la mano a la boca con un gesto de horror y al padre se le desencaja la mirada.

- Esto no lo puedo permitir! Grita el padre y va hacia Zee para agarrarlo otra vez por los brazos.

NuNew se pone de espaldas a él, se aferra a Zee y lo envuelve con su cuerpo a modo de servirle de escudo. Zee se aferra a él con brazos y piernas.

Yo me acerco, sin bajar mi arma:

- Ni se le ocurra tocar a ninguno de los dos!. Siento mi cara arder y los ojos inyectados de sangre.

- Se van los dos de acá inmediatamente o llamo a la policía. Agrego furiosa.

Me dice la madre en tono altanero:

- Es nuestro hijo y podemos hacer lo que queramos.

Yo la miro con gesto severo, pero ahora en un tono calmado y digo las palabras lentamente para que las puedan escuchar bien:

- Su hijo es mayor de edad. Esto es allanamiento de morada. Invasión de la propiedad privada. Además de agresiones físicas hacia dos personas. Si no se van ya llamo a la policía.

Ellos se miran, asienten y se van dando un fuerte portazo, entendiendo la gravedad y veracidad de mis palabras.

Corro hacia la puerta, busco la llave, la trabo y le pongo una silla adelante, como si eso nos fuera a proteger más. Veo una copia de la llave tirada en el suelo. Pongo la copia y el palo de amasar sobre la mesa de la cocina.

Mi corazón sigue acelerado. Parece que se me va a salir del cuerpo.

Miro a la habitación de los chicos y la escena es dolorosa.

NuNew sigue abrazando a Zee, Zee sigue aferrado a NuNew, los dos están llorando, ahora con un llanto ahogado pero continuo que hace que sus cuerpos se eleven y se contraigan con cada sollozo.

Rompo en un llanto descontrolado pero silencioso y me uno a ellos en el abrazo.




Roommates - Compañeros de departamento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora