𝖾𝗅 𝗍𝖺𝗆𝖺𝗇̃𝗈 𝗌𝗂 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺 ♡⃕ 𝗌𝗎𝗇𝗀𝗌𝗎𝗇 ﹙𝖼𝗈𝗆𝗉𝗅𝖾𝗍𝖺﹚

Capítulo Doce.

—Entonces— prosiguió Sunoo limpiándose las lágrimas —cuando creyó haber terminado conmigo se fue, me dejó solo e inconsciente en ese hotel, no volví a ser el mismo desde entonces. El proceso de sanación de mi cuerpo fue doloroso pero nadie podía sanarme aquí adentro- Dijo señalando su pecho. -Yo lo denuncié sin embargo él tenía influencias, dijeron que no podía ser violación cuando ya había pasado antes con mi consentimiento, las marcas que él había dejado en mi cuerpo eran prueba de ello, él sólo pagó una multa y se fue como si nada hubiera pasado.

—Entiendo... Y lo siento tanto— Sunghoon había apretado los puños y ojos, quería buscar a ese hombre y golpearle hasta que sus puños no pudieran más.

—Por eso puedes comprender ¿verdad?, no quiero amarrarte a mi, alguien roto e incompleto, abrazame esta noche y déjame mañana, busca a alguien que pueda ser tuyo por completo, con quién si puedas hacer el amor.

Sunghoon arrugó el entrecejo pero le regaló una sonrisa. —Sun tonto, eres muy tonto, yo te quiero a ti y ya hemos hecho el amor muchas veces, hacer el amor no es sólo coito, no estoy diciendo que el coito no sea importante pero no necesito meterlo para venirme— le dijo lo último en un tono sugerente.

—Pervertido— le dijo Sunoo. —muéstrame como te vienes sin meterlo.

Sunghoon se echó a reír descontroladamente —¿Quién es el pervertido ahora? Lo haré, muero por hacerlo, pero no ahora, descansa Aún.

Sunghoon se levantó de la cama y apagó el foco de la habitación encendiendo después una pequeña lamparita.

—Hazlo— le pidió Sunoo de nuevo en la oscuridad de la habitación sólo iluminado por el brillo amarillo.

—Tú realmente eres imposible— Sunghoon se acostó encima de él besándolo con cariño, acarició su cuerpo con sus manos hasta colocarla en su cintura y con delicadeza le quitó los pantalones, se incorporó y se quitó los suyos propios, Sunoo también empezó a desnudarse por completo y ayudó a Sunghoon con su playera.

—No comas ansias— le dijo Sunghoon con un tono burlón al notar lo desesperado que actuaba Sunoo.

—En verdad quiero hacerte sentir bien.

—Y lo harás— le aseguró. —ponte en cuatro.

Sunoo algo nervioso lo hizo.

—No te pongas nervioso por favor, confía en mi.

—lo hago.

Sunghoon empezó amasando el trasero de Sunoo con una mano mientras con la otra se aseguraba de endurecer su miembro.

—No te lo había dicho pero tienes un culito muy bonito.

Sunoo agradecía que estaban algo oscuro y él en cuatro así Sunghoon no podía ver su rostro que estaba empezando a ponerse caliente.

Las manos de Sunghoon le acariciaban suavemente como si fuera a romperse o temiera lastimarlo.

Definitivamente Sunghoon era otro nivel.

Su cuerpo se tensó un poco cuando sintió el miembro de Sunghoon cerca de su intimidad, sin embargo Park no entró sino que empezó a frotarse entre sus nalgas y se sentía bien, su cuerpo estaba excitado y su propio pene rogaba por atención algo que Sunghoon entendió y lo masturba con sus grandes manos sin dejar de frotarse contra su culo.

—¿Sabes que es lo único malo de esto?— le preguntó Sunghoon en su oído. Sunoo negó. —que en esta posición no puedo besarte, yo podría venirme sólo con besar tus suaves labios.

Sunoo sonrió lleno de júbilo. Sunghoon siempre lo hacía sentir bien.

El mayor le dio la vuelta hasta ponerlo encima de él, ahora sus penes se frotaban juntos en suaves y deliciosos movimientos.

—Ahora si puedo besarte— Sunghoon lo atrajo hacia su cuerpo para besarlo, primero suave y después más fogosamente donde sus lenguas parecían danzar.

Luego el mayor llevó sus manos hasta ambos miembros y empezó a masturbarlos fuertemente en busca del orgasmo.

—Oh dios— Sunoo echó su cabeza hacia atrás gimiendo. — me vengo.

—Si...yo también.

—Ahh... Ah... Ah.

Sunoo llevó sus manos hasta su boca para ahogar los gemidos de su orgasmo, su corazón latiendo fuertemente y su cuerpo manchado de semen.

Sunghoon no estaba en mejores condiciones, gimiendo roncamente y su pecho subiendo y bajando.

—Ves. Puedo venirme de sólo ver tu cara.

Sunoo sonrío avergonzado y le dio un almohadazo.

—No seas tan cursi.