Admirador secreto

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Nunew observó a los lados, verificando que nadie viera nada. Una vez estuvo seguro abrió el casillero frente a el para poder colocar un pequeño detalle.

Y es que para el, cada día era una oportunidad mas para acercarse a Zee. Siempre había sido un chico reservado, pero su corazón latía con fuerza cada vez que veía al pelinegro. La forma en que sonreía, lo amable y gracioso que era, lo tenían atrapado.

Sin embargo, no se sentia con la valentía suficiente para confesar su amor, pero no podía resistirse a la idea de hacerle pequeños regalos, detalles que mostraran lo que sentía sin arriesgarse a confesarlo directamente.

Era por eso que cada mañana, llegaba a la Universidad temprano. Para colocar un pequeño detalle: una galleta casera, un pequeño dibujo que había hecho, un dulce o incluso una nota que decía “Espero que tengas un buen día”.

La idea de que Zee encontrara esos pequeños obsequios lo llenaba de una emoción que nunca había experimentado.

Nunew miró a su alrededor nuevamente, luego volvió su vista al casillero frente a el y esta vez se pregunto si debería seguir así, puesto que no sabía con exactitud si Zee realmente apreciaba esos gestos.

Aunque era su amigo, nunca le escucho mencionar algo cerca de los pequeños regalos que dejaba anónimamente.

Sabía que en algún momento iba a descubrir su identidad, pero mientras no fuera pronto todo estaría bien.

Tomó aire antes de dejar una pequeña caja envuelta con un lazo, esta vez le había traído unos chocolates hechos por el. Luego cerro lentamente el casillero

Soltó de nuevo su suspiro antes de darse la vuelta para irse, sin embargo cuando lo hizo se encontró con alguien que sin duda no esperaba

Miro al pelinegro sorprendido mientras sentía su corazón detenerse al darse cuenta que había sido descubierto.

– ¿Qué estás haciendo, Nunew? – preguntó Zee, con voz suave y curiosa.

Nunew se sintió acorralado y avergonzado, tanto que su rostro se había puesto rojo. Intentó articular alguna respuesta, pero solo logró balbucear.

– Yo… eh…

– ¿Asi que te gusta dejar sorpresas? –pregunto con una amplia sonrisa– Entonces has sido tú todo este tiempo

Nunew bajó la mirada, nervioso.

– Sí

—Me encanta —dijo Zee, dando un paso más cerca

Nunew levanto la mirada al escucharlo, sorprendido por sus palabras. Pero no supo que decir, así que Zee continuo hablando.

– Cada regalo me dabas, me hacía sentir tan especial.

–¿De verdad?

– Si, me parecen encantadores. Me hacían sonreír en los días más difíciles.

La sinceridad en su voz del pelinegro hizo que el corazón de Nunew volviera a latir rápidamente

Este sin duda era el momento que había estado esperando, tenía la oportunidad de confesar directamente su amor de una vez por todas. Estaba dudoso, sin embargo, la sinceridad que vio en los ojos de Zee lo impulsó.

—Zee... Yo... Yo estoy enamorado de ti —declaró dejando escapar todo lo que había guardado.

Zee lo observo por unos segundos luego de su confesion, se acercó todavía más, llevo una de sus manos a la mejilla del menor para dejar una suave caricia — Eso ya lo sabía

–¿Que?

Aquello lo tomó por sorpresa. Lo miro confundido.

– Ya sabía lo que sentías por mi y que esos regalos eran tuyos

– Entonces ¿Porque no me habías dicho nada?

Pregunto y sin poder evitarlo formo un pequeño puchero con sus labios mientras esperaba alguna respuesta del contrario

Zee subió la mano hacia los cabellos ajenos para también dejar un pequeña caricia también.

– Estaba esperando a que tu me lo confesaras. Además me gusta recibir un pequeño regalito cada mañana

Comentó Zee con una sonrisa sin poder dejar de mirarlo.

– ¿Como sabias que fui yo?

Pregunto Nunew curioso, ya que según el había hecho que todo fuera anónimamente.

– No recuerdo haberle dicho a alguien más cuales eran mis dulces favoritos, tampoco que me gustaba las galletas caseras. Además Nunew, conozco perfectamente la forma de tu letra

Menciono aquello divertido mientras Nunew volvía a ponerse colorado.

– Y no sabes lo feliz que estoy que estés enamorado de mi, porque yo siempre lo estuve de ti

Nunew lo miro nuevamente al escucharlo y sonrió, con una mezcla de alivio y felicidad. Sintiendo que su mundo se había iluminado ya que su amor era correspondido.

Desde ese día las cosas no volvieron a ser igual, lo que había comenzado solamente como un secreto y regalos anónimos. Se transformó en algo más pues finalmente sus corazones se habían encontrado.

Ahora cada pequeño detalle que compartieran seria solo una forma más de expresar su amor.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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