A pesar de los inconvenientes del día anterior, finalmente pudimos reencontrarnos en el mismo lugar, que a diferencia de ayer estaba completamente en calma con zombies bastante lejanos y un clima perfectamente soleado.
Al ver a Umi la abracé con nostalgia, fue difícil dormir, sabiendo que peligraba pero para mi buena suerte Lucian me aseguró que su hermano la iba a proteger a como diera lugar.
Umi correspondió mi abrazó y con una mirada supimos todo. Habían muchas cosas que contar.
Por otro lado los chicos conversaban animadamente mientras nos movemos hasta casa, al llegar las chicas que aguardaban a dentro nos recibieron. Bueno ni tanto se preocuparon por nosotras simplemente pasamos de ella y yo y mi amiga no encerramos en nuestra habitación.
Me tiré sobre la cama, estaba tan casada que podía dormir por mucho tiempo. Sentí la cama moverse a mi lado, y de reojo observé como Umi cubría su cara con su mano y me miraba.
── Tuve sexo con Luke ── soltó la bomba en un susurro.
En ese preciso momento mi mandíbula se descompuso, y un leve sonrojo asomó mis mejillas, era un tema muy vergonzoso y a la vez picante.
Me senté sobre la cama y la miré profundamente esperando a que contara todo y así fue, con lujos y detalles, por mi parte igualmente le conté lo sucedido con Lucian, ambas terminamos muertas de la risa sobre la cama.
── Sin duda fue un día bastante loco el de ayer ── comentó Umi.
── Así es, hueles a sexo mi amiga ── una pequeña carcajada sonó por su parte.
Sin darme cuenta me quedé dormida a su lado abriendo paso al mundo de los sueños y las pesadillas.
Al despertar no tenía ni la más absoluta idea de que hora era, solo pude ver los candentes rayos de luz que se colaban por los orificios del percianal. Aún era de día, me senté sobre la cama estirando perezosamente mi cuerpo. A mi lado aún se encontraba Umi, con la boca media abierta y un nido de aves en su cabello. Era una vista bastante chistosa.
Sentía la garganta seca, por lo que sin dudarlo me dirigí a la cocina, pero una discusión bastante acalorada me detuvo. No me di cuenta hasta aque puse un pie fuera de nuestra habitación. Las voces provenían del cuarto consecutivo, el cual estaba a un lado del nuestro. Con cuidado avancé hasta quedar justamente a un lado de la puerta, y la conversación se hizo más nítida para mis sentidos medio dormidos.
── No entiendo por qué discutes conmigo ── dijo exasperado Lucian que por su tono de voz parecía sumamente molesto.
── Soy tu novia, maldita sea ── reclamó Liliana.
Como una total metida, observé poquito por el espacio entre el marco con las bisagras y la puerta. Ahora podía ver un poco sus rostros.
Liliana intentó tocar el rostro de Lucian con sus manos pero este enseguida se apartó evitando a toda costa el tacto de la chica.
── Estás demente, tú y yo, eso nunca pasará nuevamente ── dijo Lucian con voz grave, estaba apretando los puños con fuerza.
── ¿Por qué? Acaso no soy suficiente para tí ── la voz de ella se hizo repentinamente dulce y sensual.
Esta situación empezaba a ponerme de los nervios.
── Liliana, te tengo que recordar que me drogaste y casi te aprovechas de mí ── soltó Lucian sin trabas.
Mi mandíbula llegaba al suelo con tremendo bombazo, esto era más serio de lo que pensaba esa hija de la fruta...
Unos segundos de silencio se escucharon por el otro lado de la habitación, confirmando la terrible verdad confesada por Lucian.
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Hasta El Último Latido
Science FictionLuego de irse a dormir, Lea ha despertado pero el lugar que sus ojos perciben no se parecen en nada a las paredes de su habitación. Junto a su amiga Umi emprende un viaje de supervivencia en aquel mundo de devastación. Hasta que sus corazones emitan...