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CRAZED WOLF capítulo dos

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CRAZED WOLF
capítulo dos

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MIENTRAS EL HÍBRIDO caminaba por el pasillo de la escuela, ignoraba las miradas que recibía de los alumnos, ya se sentía incómodo pero no dejaba que se le notara.

Reid odiaba ser el chico nuevo. No había nacido en Beacon Hills, sino en Los Ángeles, donde había crecido y estudiado. Deaton iba a menudo a visitar a su padre allí. Cuando murió u padre, Deaton se llevó a Reid a Beacon Hills.

Llevaba el horario en la mano mientras se dirigía a su taquilla. Sus pasos se detuvieron cuando sus ojos vieron a dos chicas de pie que hablaban frente a frente. Una de ellas tenía el pelo negro y la otra rubio fresa.

Entrecerró los ojos al ver a la pelinegra y frunció el ceño al reconocerla. La había visto antes, era la hija de un cazador. —Probablemente una cazadora, —murmuró para sí. Su hobby era averiguar quiénes eran los cazadores conocidos y sus familias, así que los conocía a todos.

Lydia y Allison estaban de pie justo al lado de su taquilla, ocupadas en una conversación mientras no se daban cuenta de que él las miraba. Suspiró, esperando que Allison no fuera un problema antes de volverse hacia su taquilla y abrirla. Echó un vistazo a su horario, de pie a pocos pasos de ellas y no pudo evitar escuchar su conversación.

—Lydia, tienen catorce años, —se rió Allison de su mejor amiga ganándose un encogimiento de hombros por parte de ella.

—Algunos son más maduros que otros.

—Sabes, está bien estar soltera. Concéntrate en ti misma por un tiempo, —comenzó Allison—, trabaja en convertirte en una mejor persona.

—Allison, te quiero. Así que, si necesitas hacer eso de hablar de mí y fingir que en realidad no estamos hablando de ti, está totalmente bien. —Lydia aseguró—, pero no quiero un novio. Quiero una distracción, —sus ojos empezaron a recorrer el lugar y se posaron en Reid, que ahora estaba apoyado en su taquilla, habiendo dejado de escuchar hacía unos segundos.

Estaba prestando toda su atención al trozo de papel que tenía entre las manos, odiando ya su horario.

—Y lo encontré, —le dijo Lydia a Allison, que la seguía de cerca. Sus ojos se abrieron ligeramente ante el chico, fijándose en su apariencia junto con la rubia fresa que fijaba sus ojos en su rostro principalmente.

Vio como apretaba la mandíbula, agarrando con fuerza el horario en su mano. Miró los anillos de plata que adornaban sus dedos. Pensamientos pecaminosos invadieron su mente, pero los apartó rápidamente. Volvió a posar los ojos en su rostro, con mechones de pelo oscuro que le caían sobre la frente y la cabeza baja. De su cuello colgaba una cadena con un extraño símbolo.

Lydia se mordió el labio inferior y le susurró a Allison: —Una palabra: caliente.

Como si sintiera sus ardientes miradas clavadas en él, Reid levantó la vista, descubriéndolas al instante mirándolo descaradamente.

Lydia le dedicó una sonrisa antes de darle un codazo a Allison, diciéndole sin palabras que siguiera sus acciones mientras caminaba hacia él. Reid se recompuso, doblando el horario con cuidado mientras las dos chicas se detenían frente a él.

—Hola, ella es Allison. Yo soy Lydia, —le tendió la mano para que la estrechara—, tú debes de ser nuevo. ¿Cómo te llamas?

Divertido, extendió su propia mano y tomó la de ella, estrechándola ligeramente, —Reid.

—No te estábamos mirando... —Allison se apresuró a dar una explicación, sintiendo que la necesitaban—, es sólo que... nunca te habíamos visto antes, por eso... la mirada fija. —Dejó escapar una risita incómoda mientras Lydia se mordía el labio, negando internamente con la cabeza a su mejor amiga.

—Así que estabas mirando, —Reid habló ganándose una cara sonrojada de la chica Argent—. No importa. Lo entiendo.

—¿Cuál es tu primera clase? —preguntó Lydia en un intento de cambiar de tema.

—Literatura inglesa, —respondió, captando al instante cómo se iluminaban los ojos de Lydia.

—¿De verdad? La mía también.

—Genial, podrías enseñarme dónde tengo que ir entonces.

—Por supuesto. ¿Por qué no vamos ahora mismo? —Lydia sonrió, ganándose un ligero empujón de Allison, que tosió y susurró un pequeño "demasiado pronto" en voz baja. Tanto Reid como Lydia lo oyeron pero decidieron ignorarlo.

—Claro, vale, —se encogió de hombros—, vámonos.

—Adiós Allison, —Lydia sonrió a su mejor amiga que también le sonreía por la rapidez con la que se había hecho el trabajo—: Hasta luego. —Y entonces los dos se fueron.

CRAZED WOLF ━━ lydia martinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora