Fortaleza Romanov

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No tengo idea de cómo llegué a la fortaleza Romanov, pero ahora vivo aquí junto al León, el apodo de Ilenko

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No tengo idea de cómo llegué a la fortaleza Romanov, pero ahora vivo aquí junto al León, el apodo de Ilenko. Aún siendo el UnderBoss, su gran poder se muestra cuando su padre está fuera. La fortaleza es imponente, con sus muros altos y puertas majestuosas que parecen guardar secretos oscuros.

Cada día es una mezcla de lujo y peligro. Los pasillos están llenos de guardias, siempre vigilantes, y el aire está cargado de tensión. Ilenko, con su presencia dominante, maneja todo con una autoridad que no deja lugar a dudas sobre quién está al mando.

A veces, me encuentro observándolo desde las sombras, tratando de entender al hombre detrás del título. Hay momentos en los que su mirada se suaviza, y puedo ver un destello de humanidad, pero esos momentos son fugaces.

Una noche, mientras la luna llena iluminaba la fortaleza, me encontré en la biblioteca, buscando respuestas en los libros antiguos. Ilenko entró, su figura imponente llenando la habitación.

—¿Qué haces aquí tan tarde? —preguntó, su voz baja pero firme.

—Buscando respuestas, —respondí sin levantar la vista del libro.

Él se acercó, su presencia tan abrumadora como siempre.

—Las respuestas no siempre están en los libros, Tasya, —dijo, su tono más suave de lo habitual—. A veces, están en las personas.

Levanté la mirada y nuestros ojos se encontraron. En ese momento, sentí un cosquilleo en mi pecho, acaricia mi mejilla con delicadeza y se acerca dejándome sorprendida pues parece que me estuviera admirando.

— Tasya — Saboreó mi nombre y siento el roce de sus labios — Pidemelo Tasya, suplica por mi al menos una vez. — Ruega.

— Boss — Me acerco un poco con mis labios entreabiertos, él se acerca un poco más por lo que le doy un beso corto.

Se relame los labios cerrando los ojos unos minutos para después besarme con intensidad, correspondo y me levanta sin problemas sin dejar de besarme.

Me aferro a su cabello mientras se aleja de mi boca haciéndome jadear, besa mi cuello y muerde con delicadeza haciéndome gemir, muerdo mi labio y gruñe en desacuerdo.

La puerta se abre con brusquedad pero no nos tomamos la molestia de alejarnos por el espectáculo, me vuelve a comer la boca mientras su mano va a mi intimidad haciéndome gemir.

— Mia — Me mira a los ojos y lo observo completamente agitada, hace a un lado mi ropa interior gracias al short flojo de pijama.

Juega con mi botón haciéndome gemir de gusto. Un golpe nos hace alejarnos y nos giramos encontrando a Akin mirándonos fijamente.

— Boss — Ilenko se aleja de mi.

— No ustedes sigan. — Se acerca a nosotros, más específicamente a mi. Acerca su rostro al mío sintiendo su respiración, veo a Ilenko apretar su puño.

Akin toma un libro detrás de mi depositando un beso en mi cuello para después alejarse. — Hueles excelente para ser una sumisa.

— No lo...

— No lo es. Es mi invitada. — Me interrumpe Ilenko.

— No sabía que las invitadas se les daba tal cortesía, espero que sea mi invitada la próxima vez. — Sonríe de forma encantadora para después dejarnos solos.

— Cierra la boca. — Ilenko me sujeta de la nuca con fuerza obligándome a mirarlo — No veas a mi padre como si quisieras comertelo. — Masculla — Eres mia. — Me vuelve a besar pero esta vez con brusquedad provocando que me humedezca.

Me rompe la pequeña blusa de pijama para tomar mis tetas entre sus dientes dedicando un tiempo a cada una, no puedo parar de gemir que incluso mis bragas desaparecieron dejándome totalmente desnuda.

— Ilenko — Jadeo en sus labios y sonríe mirándome a los ojos — ¿Por qué me haces esto? — Susurro y me deposita pequeños besos sin dejar de estimularme y follarme con tres dedos.

— ¿Por qué? — Ríe un poco y muerde mi labio — Vas a ser mi mujer, Tasya. Desde que nos conocimos en ese club tú te volviste mi mujer, mi propiedad, mi hembra. — me corro y saca sus dedos lamiendolos frente a mí y mi garganta se seca.

— Ilenko — Gimo agitada.

— Eres mi hembra Tasya y como buena hembra vas a recibir mi verga hasta el fondo, hasta que te duela, que abra esa magnífica vagina y escurra mi semen de tan llena que estés. — Me golpea mi coño con su miembro haciéndome gemir del gusto, me adentra con fuerza haciéndome gritar y lo veo sonreír cuando observa como sale un poco de sangre.

— No — Me sostengo de sus hombros.

— Eres una hembra que ansia ser dominada, sometida de Las peores formas posibles pero venerada como una Diosa. Mi Diosa hecha para un Dios como yo.

Comienza embestirme con fuerza, me aferro a su espalda rasguñandola haciéndolo gruñir, debora mis tetas nuevamente y me toma de las piernas con ambos brazos cargándome sin dificultad haciéndolo sentir poderoso.

Me sube y deja caer en su miembro con fuerza haciéndome enloquecer, jalo su cabello y quedo hipnotizada por sus músculos marcados, sus tatuajes y esos ojos azules salvajes que me deboran pero al mismo tiempo me escanean con cada segundo que pasa.

— Recibes toda mi verga en ese pequeño coño, me aguantas tan bien como nadie lo había echo. — Gruñe e incluso no tengo idea como es que me da una nalgada haciéndome saltar.

— ¡Dios! — Llegando al extasis le saco una sonrisa y no me da descanso, ambos llegamos al clímax y siento como me deja completamente llena, mi cuerpo tiembla y solo escucho como gotea su semen desde mi coño al suelo.

— Todavía no termino contigo — Habla en mi oreja — Voy a llenar tus tres agujeros Tasya, voy a bañarte con mi semen y tu sangre por los azotes que le haré a esta piel tan fina.

— Me dañas mi piel perfecta y te castro Ilenko. — Me pongo completamente sería y suelta una carcajada saliendo de mi y bajándome colocandome en cuatro contra el escritorio.

— Solo será tu apetitoso culo, no temas. Ya te probé y ahora le perteneces al UnderBoss hasta que me canse de ti.

— O yo decida dejarte. — Sentencie y siento como me adentra con fuerza tomándome de las caderas.

 — Sentencie y siento como me adentra con fuerza tomándome de las caderas

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Tasya WeskaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora