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Ella la estaba esperando con una flor amarilla.

Y ahí se encontraba Chloe, esperando a su amada en una esquina con un ramo de flores amarillas en su mano; suspiraba de amor al pensar en las suaves caricias y sonrisa encantadora de aquella bella mujer con la que soñaba cada día.

Levantó su mirada por instinto y sus ojos quedaron embelesados por lo que veía, ahí venia esa mujer que le robaba el aliento, ella la estaba soñando con la luz en pupila. Era lo más bello que sus ojos habían podido ver en su corta vida, ojos que brillaban como las luces de la ciudad en medio de la noche, una sonrisa que transmitía ternura y amor con solo verla; también tenía esas encantadoras pestañas que adornaban sus bellos ojos y les daba un aspecto de vida, y para rematar, su hermoso rojo con ondas. Mechones de cabello caían con gracia a lo largo de su espalda y hombros, moviéndose al compás de su delicado caminar.

Al verla su corazón se alborotó, ¡Que mujer tan bella le había regalado el destino! Que enamorada estaba.

Un destello de sol iluminaba la esquina en la que se encontraban ambas jóvenes enamoradas, tomadas de la mano sin decir palabra alguna. El amor que se reflejaba en sus miradas era suficiente para ellas.

Flores amarillas | Glassheart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora