Cap. 2: Agosto 2014. Donde el viento nos lleve

33 3 0
                                    

La cama de dos plazas que estaba en la habitación de visitas era verdaderamente lo mas cómodo que existía, dormí como deben dormir los dioses, excelente. Me levante temprano para ir de compras con la abuela, necesitaba un traje de baño un poco mas actual, y lo conseguí, mi cuerpo había crecido, es decir no estaba mas gorda pero mis curvas habían aumentado su tamaño.
Volvimos para cocinar, unas pizzas como solo mi abuela sabe hacerlas.

-que prensas hacer hoy? Tu compañero de vacaciones.

-el clima no esta para playa, así que algo tranquilo, capaz me quede acostada todo el día.
En verdad el día estaba nublado como para ir a la playa, volaría mucha arena para mi gusto.

Pensé que Bruno iba a contestarme un poco mas rápido, en verdad no quería quedarme encerrada, ahora que tenia alguien con quien hacer algo prefería ir aunque sea a caminar por ahi. Pero mi amigo creo que se olvido de mi existencia y dejaría que me aburra todo el día.

Eran las 4 de la tarde y yo estaba sentada en la puerta de la casa de mi abuela, desmayandome del aburrimiento.

-parate, camina hasta la esquina y subí.

Queeee? No entiendo de que habla este chico, pero sonaba interesante.
Camine hasta la esquina y entendí el subí de su mensaje. Estaba otra vez en su moto.
Era una buena idea, además quería conocer un poco mas de ese lugar.

Me subí y pregunte donde iríamos, para mi sorpresa dijo una frase que pensé nunca saldría de su boca. "Donde el viento nos lleve". No era rara pero si para lo que el aparentaba, parecía uno de esos chicos que con suerte saben leer o decir su nombre y apellido, muy poco interesados por la cultura, por eso me sorprendí.

Anduvimos por muchos lugares, recorrimos casi todo.

-Quiero conocer algo que no conozca- le dije. Deseaba hacer algo distinto.

-Vamos a un lugar que solo yo conozco, un poco lejos. Aceptas?-.

-Si prometes no matarme, acepto-.
Nos reímos los dos.

El clima seguía igual de gris, hacia frío también.
Íbamos por la ruta, y se lograba ver el mar. Un paisaje inspirador, aunque la velocidad no me dejaba detenerme a mirar.
Comenzó a llover y el chico se detuvo en medio de la ruta. Que paso?

-Pasa algo?-. Pregunte al notar el pánico con que el chico freno.

-Bajate.- sonó muy raro.
Lo mire y le hice caso, tenia miedo, parecía loco, muy loco.
Iba a matarme? Que pasaba?
El también se bajo, y caminamos hasta un puesto de bebidas que estaba cerrado y tenia un techo como para no mojarnos tanto.

Me quede parada y el se sentó, estaba enojada, como podía frenar de esa forma sin decirme antes? O porque no me esta diciendo que hacemos acá? Ahora quiero volver, no quiero mojarme, y esto es incomodo, nadie habla y estamos solos.

-Perdón.- dijo después de 10 minutos eternos de silencio.
No entiendo absolutamente nada, me esta pidiendo disculpas, porque?

-Creo que no entendes.- dijo mirándome.- me da pánico manejar con lluvia, no puedo, me paralizo de inmediato.

- Desde que me buscaste el clima amenaza con lluvia, me hubieses dicho y me quedaba en casa de mi abuela jugando algún juego de mesa.

-Te prometí hacer algo hoy y cumplo mis promesas, además pensé que si estabas conmigo no me iba a pasar, perdon-.

-Porque conmigo? Me conoces hace menos de un día.- estaba roja de enojo. Pánico a la lluvia ¿que estupidez era esa?

-No se porque, desde ayer siento que te conozco de antes y me transmitis una confianza rara, nunca la sentí. No es que este coqueteando contigo ni nada de eso.- por alguna razón sentía lo mismo.

-Mi pánico es algo raro, no naci con el, creció desde que soy chico. En esta misma ruta tuve un accidente cuando era chico y llovía.- comenzó a explicarme sin que se lo pida.
- obviamente yo no conducía, tenia 6 e iba sentado en la parte de atrás del auto, peleaba con mi hermana menor de 4 por una muñeca, solo por molestarla, ella salio de su silla cuando se perdió el control del auto por el agua, yo no quería que eso pase, no quería que nada pase..- corto su relato casi llorando y no soporte, lo abrace.
No sabia que había pasado con su hermana, pero creo que no fue muy bueno y eso me partía el corazón.

-perdon -. Era mi momento de disculparme, me había enojado sin razón.

- Esta bien, te prometo llevarte cuando pare.-
Accedí, no podía obligarlo a que solucione ahora su pánico solo por mi, eso seria demasiado.

-Contame vos, algo que te de pánico? No quiero ser el único raro.- dijo como para romper el hielo que con congelaba el ambiente.

-En realidad, por un trauma de mi infancia según lo que me dicen, tengo miedo a olvidarlo todo, levantarme un día y no saber quien soy, que hice en mi vida. Por eso tengo mi celular siempre conmigo, es como un ayuda memoria donde escribo cada cosa que pienso o que me pasa.

-Pensé que nunca iba a encontrar a alguien tan loca, lo juro.- dijo quebrándose en una risa interminable.

-Fue por un trauma, no te rias- dije riendome junto.

Pronto paro de llover, y volvimos.
Dentro de todo lo que había pasado la tarde fue distinta y la pase bien. Me gusta que las personas se muestren tal cual son y me cuenten sus historias como había hecho Bruno. En verdad seria un buen amigo o compañero de vacaciones. Ojala sea así lo que quede de tiempo.

AMNESIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora