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Rosé miraba incrédula a el beta y a su pareja que cuchillaban bajito mientras ella preparaba el desayuno desde la cocina, pero poco le importaba mucho aquel chisme cuando lo único que quería en ese momento es ir a ver a su hermano gemelo.

Acomodó varios panqueques con miel en un plato y sirvió café en una taza mediana.

Su pequeña cachorra seguía dormida en los brazos de su madre alfa que no paraba de reírse mientras Hoseok le contaba cosas. La omega no se concideraba celosa pero últimamente cuando alguien le robaba la atención de su Lisa no podía evitar sentirse así.

Pronto le reclamaría aquello.

Chaeyoung subio al ascensor del penthouse y fue hasta la parte media del gran edificio, en donde se encontraba Jimin en la enfermería junto al centro de reuniones importantes.

Cuando el ascensor volvió a abrir las puertas fue directo a la habitación de Jimin con la bandeja de alimentos para él.

Del otro lado de la habitación habia un
Jimin muy ojeroso y ahora con el rostro violeta por los moretones que gracias a su lobo se curaban rápido.

— Buenos días, espero hayas dormido algo, Jimin. —. Al ver a su hermana entrar el semblante serio y con leve enojo de Jimin cambió a una de verdadera alegría y tranquilidad.

— Buenos días Chae.

— Te traje el desayuno, unos panqueques y un café.

La omega le entregó la bandeja a Jimin, que dió un sorbo a la humeante taza de cerámica.

— Gracias, está delicioso.

El policía no pudo separar sus ojos de todos los movimientos que hacia su hermana, era maravilloso para él tenerla devuelta, la había extrañado mucho.

Rosé acomodaba algunas gasas y tarros de medicamentos, nerviosa por la conversación que quería empezar con Jimin respecto a su nueva vida. Habia mucho de que hablar pero parecía que ninguno quería empezar.

— Traje prendas de ropa, creo que son de tu talla. —. Soltó, dándose la vuelta y mirando nuevamente al omega.

— Me tomaré una ducha rápida. —. Avisó, luego de terminar su desayuno.

Chaeyoung le entregó la ropa y el omega entró al baño, se despojo de sus ropas que portaba desde hace dos días ya, pero antes de meterse a la ducha sus ojos pararon en el espejo colgado arriba del lavamanos.

Sus ojos se agrandaron cuando vió un gran chupetón rojo en su cuello, justo en donde aquel maldito alfa tenía pegada su boca como sanguijuela cuando pudo tomar el control de su cuerpo y volver en si, apartandolo de inmediato.

Eso definitivamente no tenía que volver a suceder.

Jimin por fin se metió a la ducha y lavo su cuerpo con aquel jabón de aroma a flores, luego secó su cuerpo con aquella toalla colgada.

Agradeció silenciosamente a su querida hermana por haberle traído una prenda de vestir con cuello alto y unos pantalones vaqueros que sorprendentemenre le quedaban perfectos.

Cuando salió del baño encontró a su hermana lista con unos algodones y angüetos.

— Siéntate aquí, pasare un poco de angüeto en tus heridas.

Jimin obedeció, su rostro solamente tenía una pequeña herida, casi desaparecía pero igualmente dejo que Chaeyoung colocara un poco de aquel líquido. Cuidadosamente Rosé aplicó la fusión en la herida de su hermano mientras este la detallaba.

— Tu cabello está bonito.

Desde los veinte años que Chaeyoung decidió cambiar el tinte de su cabello a uno rubio perlado, ahora lo tenia de un rosa cremita casi violeta.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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