Esta historia comienza con el final..
De mi relación
-Quiero terminar contigo- Escuche al otro lado del teléfono
Tres palabras fueron suficientes para que mi mundo se derrumbara por completo al perder a quien creía era la persona más importante p...
Cuando dices mi nombre Es como una pequeña oracion
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Rin
Sentí un pequeño golpe que me levanto de aquel sueño tan tranquilo, todavía tenia la sensación de seguir dormida pero una fragancia masculina logro que poco a poco el sueño me abandonara.
Una vez que soy realmente consciente de donde estoy me sorprendo a mi misma recostada en las piernas de alguien.
-¿Ya despertaste, Rin?- Escucho su voz y aquel tono que usa logra que mis mejillas se sonrojen ante tanta dulzura.
Me levanto de forma apresurada, notó que el camión ya no se esta moviendo y varios de los chicos ya están bajando rumbo al gimnasio.
-Hace mucho que llegamos?- Fijo mis ojos en Atsumu pero este bosteza con tranquilidad y hasta pereza-
-Para nada, tenemos cinco segundos de haber llegado- Una vez deja de bostezar se voltea a verme y por alguna razón se empieza a morir de la risa a lo que solo lo veo con una ceja alzada.
-¿Qué te pasa?- Le pregunto un poco molesta por aquellas risas tan naturales.
-Se te corrio el labial- Sigue hablando entre risas -Y tu cabello esta despeinado-
Me preocupo al saber que según las palabras de Atsumu, estaba claramente hecha un desastre.
-Rayos, por eso no debo dormir en los viajes- Susurro para mi misma mientras intento acomodarme el cabello y el labial corrido, pero me detienen unos dedos que se pasean por la comisura de mis labios, accion que me deja quieta en mi lugar.
-Te estabas limpiando del lado equivocado- Habla Atsumu, pero lo siento tan cerca que siento como la piel se me enchina por su tacto cálido.
Lo veo y él a mi, no se lo que estamos haciendo ya que había terminado de limpiar el labial pero su mano no abandono la comisura de mis labios, incluso en un leve movimiento uso su otro brazo para acomodar levemente mi cabello, aunque estaba segura de que yo ya lo había acomodado.
-Ejem-
Tanto Atsumu como yo reaccionamos ante aquel sonido y veo que lo causo Hajime, me extraño verlo y ver que claramente estaba incomodo, incluso parecía desanimado.
-Ya tenemos que bajar todos, apúrense- Tan rápido como llego se fue, sin siquiera dirigirme la mirada, una mirada afilada que parecía acuchillar a Atsumu fue lo único que vi.
Atsumu chasqueo la lengua y se apuro a salir para darme el pase también a vi, aunque antes de levantarme me ofreció su mano.
-Y eso?- Le pregunte divertida, no era lo mas normal de hacer en esta situación.
-Déjame ser un poco ridículo- Hablo con una risa.
-¿Qué harás si te rechazo la mano?-
-Vamos Rin, no me dejes con la mano así- Hablo un poco desesperado ya que varios de los chicos se le quedaron viendo.
