Esta historia comienza con el final..
De mi relación
-Quiero terminar contigo- Escuche al otro lado del teléfono
Tres palabras fueron suficientes para que mi mundo se derrumbara por completo al perder a quien creía era la persona más importante p...
Encuentrame en el bosque Donde las hadas se esconden
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—Entonces ¿Has estado por casi todo Japón?— Ante la pregunta de Atsumu asentí mientras tomaba mi refresco.
—Casi todo Japón, las únicas zonas que no visité fueron las del norte—
Después de que Atsumu y yo salimos del gimnasio, admitimos que realmente no teníamos nada más que hacer en el día por lo que terminamos caminando sin rumbo por las calles que ya presenciaban los últimos rayos de sol.
Llegados unos minutos, nos topamos con un puesto de ramen, entre el si y el no, terminamos por entrar y comer algo.
Mientras esperábamos la comida, surgió el tema de donde conocía a tantas personas.
—¿De pura casualidad no estuviste por Hyogo?—
—Creo que si, pero cuando era muy pequeña, no tengo tantos recuerdos de la época en que cambiaba tan seguido de hogar—
—Así que viajaste por todo Japón y al final decidiste Miyagi. . . ¿Por qué?— Aquello me lo dijo pensativo y a su vez, más que para mi parecía una pregunta para él.
—Fue donde hice buenos amigos— Confieso recordando aquella epoca— Para mi era bastante normal que las personas fueran pasajeras, pero al final del día te terminas sintiendo sola donde realmente nunca tienes a nadie, en Miyagi hice amigos y fue la primera vez que realmente me sentí en un hogar—
Atsumu me mira y se cruza de brazos con un pequeño puchero.
—En Hyogo te hubiera recibido mejor que en Miyagi—
Su respuesta me genera una carcajada, es imposible.
—Quien sabe, en otro universo lo averiguaremos—
—¿Crees en la teoría del multiverso?— Habla emocionado.
—Claro que si ¿Tú no?—
—¡Es imposible que exista una sola línea univeral! Me la paso diciéndole eso a Samu y de loquito no me baja— Habla y esta claro que le irrita aquello —Pero ¡Ahora tengo una compañera que si que cree! ¿Cuál es el universo que más curiosidad te daría visitar?—
—Probablemente uno donde tenga una variante sirena— Su pregunta realmente me hace pensarme las cosas.
—Anda ya, eres la sirenita— Atsumu dice esto con burla y yo lo volteo a ver molesta pero rápidamente vuelve hablar —Pero no te enojes Rin, eres más bonita que la sirenita—
Aquello lo dice mientras se recarga en la mesa y pone su rostro en la palma de su mano, mientras me mira y sonríe.
Un leve color rosa se pasea por sus mejillas, cosa que se me contagia.
—No digas cosas así tan de repente— Avergonzada le reclamo por aquel comentario pero ahora se ríe a voz abierta.
