Capítulo III

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Miami, Florida

POV Verónica

La entrada estaba oscura, pasamos por unos hombres vestidos contraje negro, la seguridad del Club por supuesto. Podía oír la música ruidosa y frenética llenar mis oídos y luego entramos al lugar. Sin duda fue una sorpresa, el lugar era enorme y lleno de lujuria, estaba poco iluminado con focos de luces rojas por todas partes. Puedes ver de polo a polo a mujeres prácticamente desnudas bailando sexy para hombres o mujeres que miraban muy atentos.

—Me trajiste a un club de striptease? —Le susurré a Susan en el oído.

—¡Asombroso! ¿Verdad? Es el mejor de Miami, Verónica! —Habló tan emocionada y continuó caminando.

Negué mentalmente por la locura que estaba haciendo, caminamos entre la gente, siendo guiada por la rubia, hasta que nos acercamos al escenario principal, parecía haber una especie de zona VIP porque no todos podían entrar. Tatiana nos dio un pequeño brazalete verde, para poder entrar a esa área.

—El mejor lugar para los mejores clientes —dijo Tatiana sonriendo.

—¡Por eso me agradas! — dijo Susana  abrazando a la mujer.

—Hoy tenemos la mejor bailarina en el Club, espero que lo disfruten.

—Gracias, Tatiana. -La mujer sólo asintió con la cabeza y se retiró.

—¡Te voy a matar! —Le dije a Susan. Giménez soltó una carcajada divertida.

—¿Te ríes? —mi nerviosismo era notable a millas.

—¿Porque actúas así? ¡Como si nunca hubieras entrado a un Club de striptease antes!

—Yo ya no soy aquella chica irresponsable Susana. ¡La gente me conoce! ¿Qué estarán hablando de mí cuando me vean en estos lugares?

—¿Qué la estás pasando bien? ¡Deja de ser tan aburrida! ¿Crees que los empresarios digan algo de ti? No seas tonta, tú eres una de los más grandes, nadie te desafiará así.

Miré alrededor, donde claramente había solo gente importante, con un alto poder adquisitivo.

—¡Necesito un trago!

—¡De eso es lo que hablaba! —dijo emocionada.

—¡Hey! Se acercó una chica de Cuerpo delgado, pelirroja, con un vestido que apenas cubría su cuerpo, era hermosa y muy sexy.

—¿Quieres un trago? —su voz sonó tan sensual.

—Dos tequilas para comenzar. —Dice Susan. La pelirroja, asintió con la cabeza y se retiró para traer las bebidas.

—Es bueno tenerte de vuelta Castro. —Dijo Susan sonriendo.

Minutos más tarde la misma pelirroja de antes regresó con dos shots de tequila. Miré el líquido transparente en el vaso, tomando el valor de ingerirlo todo a la vez. Miré a Susan con una mirada que indicaba que debía ser ahora, asentí tomando del vaso pequeño, llevándolo a los labios. El líquido fue rasgando en mi garganta, fue increíble, mi estómago se sentía muy caliente, pero era una sensación muy buena, como en los viejos tiempos.Tenía miedo de que alguien importante pudiera verme allí, no estaría bien despertar leyendo titulares como "la dueña de industrias Castro en un club de striptease" sería el final.

La pelirroja estaba bailando sensualmente delante de nosotros, haciendo un baile en el tubo con
posiciones envidiables, pero por alguna razón no llamaba mi atención como lo hacía con Susan. ¿Será que ya no me gustaban más las mujeres? Me pregunté,pero instantáneamente quite esa idea de mi mente, en ese instante me di cuenta que era completamente estúpida, nunca en mi vida desearía a un hombre.

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