Capítulo 9: Desenlace Astral

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El caos estaba en su apogeo más crítico, y la mayoría de los guerreros que le hicieron frente a Titamon, habían quedado derrotados debido a la enorme y poderosa fuerza que consiguió. Solamente Barbamon quedo de pie, recubierto de la imponente oscuridad y rencor que estuvo acumulando en todo el transcurso de la contienda.

—Mierda... Ya no me puedo levantar... Ese ataque fue mucho para todos nosotros—La ratona espadachina se intentó levantar pero el dolor se lo impidió.

—Ugh...Creo que aun puedo—Noir se intentó levantar, pero el dolor se lo impidió, además de escuchar varios huesos quebrarse, rematando en caer de rodillas—¡argh! ¡Rayos!

—No tiene caso, chicas, Titamon ahora se a vuelto mas fuerte que todos nosotros. Ya no tenemos forma de poder derrotar a ese cabrón—dijo Petaldramon en el suelo y con heridas en todo su cuerpo.

Pese a que todos presentaron heridas serias, otros yacían muertos y junto a ellos estaban los que se quedaron paralizados del miedo, la mayoría vieron algo que caminaba hacia el frente mientras agarraba su hombro derecho lastimado, recubierto de enteramente de negatividad en todo su cuerpo.

—¿Huh?—Wisemon intentó mirar hacia el frente, reconociendo parcialmente de quien se trata—¿Bar-Barbamon?

—Wisemon, voy a encargarme de esto yo solo. Esto ya me colmó profundamente mi paciencia, y pienso exterminar a ese cabrón por mi cuenta—El joven usando su fuerza acomoda el hueso del brazo derecho—¡mierda!

—¡E-estas loco, chico! ¡No hay forma de que tu solo puedas contra ese sujeto! ¡Mira como nos dejo a todos, y en el estado en el que estas, no lograras nada!—dijo el bibliotecario—¡Es un suicidio si piensas enfrentarlo de frente!

—No tengo de otra. Ninguno de ustedes puede mantenerse estable, y dudo mucho que alguno le queden energías para pelear. El está herido de gravedad, y hay que darle más fuerza para matarlo.

—Se-señorito Barbamon, deje-deje que yo le ayude, por favor—La cleriga coneja se apoyó de su tridente pero tosiendo sangre por el daño.

—No, Blanc. Estas muy mal para pelear, y es mejor que des apoyo a tus hermanas y a los que puedas. Yo mismo iré a por él—El mercenario caminó hacia adelante.

La coneja apretó su tridente con algo de enojo, y intento caminar lentamente hacia Barbamon.

—¡N-no! ¡Señorito Barbamon, lo voy a acompañar aunque usted no...

—¡E dicho, que no!—Barbamon se dio la vuelta, mirando a Blanc con una mirada siniestra y enojada, mientras en sus ojos se reflejaba una sed de sangre e ira incrementada debido a su herencia demoníaca.

Al ver a los ojos siniestros de Barbamon, el cuerpo de la chica sintió un escalofrío aterrador y oscuro, perdiendo sus fuerzas mientras en su rostro poseía una expresión de miedo al ver a los ojos al joven. Esta a pesar de todo asintió en silencio, mientras observaba como la última esperanza de supervivencia del bosque y de ellos, recayó en las manos del mercenario.

Barbamon se acercó cada vez más hacia una distancia algo cercana hacia Titamon, mientras en su cabeza aparecieron varios recuerdos de todas las acciones y cosa que hizo en su vida.

—¡Vaya, vaya, vaya! ¡Parece que solo quedas tu, miserable insecto!—El berserker transformado clavó su espada en el suelo, mientras exhaló con dificultad debido al daño en su interior—Tu pagaras muy caro por lo que le hicistes a mi brazo.

—Cierra la boca. Ya escuche mucha de tu basura, Titamon. ¡Esto termina aquí y ahora!—El joven cargó su energía oscura a máximo poder, mientras la corona de la avaricia se reflejó en la palma de su muñeca.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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