"Problemas"
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Tanjiro se puso a pensar en lo que le había dicho Inosuke, sobre declararsele a Zenitsu. El tan sólo pensarlo, lo ponia nervioso, más cuando tenía a Zenitsu cerca. No tenía pensado hacerlo hasta navidad al menos, pero una persona de imprevisto apareció. No es que él sea celoso ni nada por el estilo, eso quiere creer, pero si tiene cierta inseguridad con la llegada del Inadama, sobretodo porque Zenitsu lo mencionaba siempre.
Suspiró mientras se rascaba la cabeza, irritado de tanto pensar.
Acababa de llegar a su casa, salió luego de asegurarse que Zenitsu le haya avisado a su madre sobre que se quería en su casa, sólo a su madre ya que su padre jamas le respondía los mensajes. Salió para ver a Kanao, quedaron para hablar sobre algo mientras dejaba a el rubio con sus hermanitos y cuando llego los encontró jugando.
No quería confesarse así nada más, tenía planeado acortejarlo un poco, darle a entender un poco sus sentimientos hacia él, después encontrar el momento correcto y confesar todo lo que siente, por eso habló con Kanao, ella se ofreció a ayudarlo.
Miró al causante de su desorden interno, Zenitsu, quien estaba jugando con sus hermanos en su habitación. Estaba acostado en la cama, mirando como jugaba al tutifruti con Hanako y Shigueru, quienes iban empatados con los puntos, en cambio Zenitsu apenas podía completarlo, no le daba el tiempo, esos niños completaban tan rapido la hoja que pensaba que lo tenían todo preparado.
Tanjiro no evitó reír con ternura al ver el berrinche de su amigo rubio por aver perdido, culpandolos de aver usado alguna magia negra, pues, según él, era imposible completar los cuadros en menos de un minuto, era inhumano, decía.
- ¡Eso no es justo! ¡No me dan tiempo ni de completar el primer cuadrito! -Exclamó apuntando a ambos niños con su dedo índice, indignado.
- Eres muy lento, Zenitsu-San -Aseguró Shigueru, el ganador de aquel juego, con una sonrisa inocente.
- Uhg.
Tanjiro rió un poco y se sentó en su cama.
- ¿Puedo jugar? -Preguntó mirando a los contrarios con una sonrisa.
- ¡Sii! -Dijo Hanako.
- Por supuesto -Respondió Shigueru.
Zenitsu sólo asintió.
Jugaron un rato hasta que la mamá Kamado, Kie, los llamó para cenar, tanto los niños como ambos adolecentes bajaron de arriba.
Tanjuro tenía una silla única que los doctores le recomendaron usar si querían seguir teniendo al padre de la familia presente en las cenas familiares.
El único rubio de ahí se sentó al lado del hermano mayor de los Kamado, quien estaba sentado a un lado de su madre.
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Confuso
Fanfiction¿Qué pasa cuando dos almas se enamoran de la misma persona? En esta historia de amor y confusión emocional, Zenitsu se reencuentra con un amigo de la infancia, Kaigaku, el cuál no logra reconocerlo a simple vista, pero siente cierta atraccion hacia...