prólogo accidente doméstico

21 3 0
                                    

Mi nombre es Yuki, tengo 18 años y, como cualquier otro día, me desperté tarde. No es que fuera perezoso, pero anoche me quedé hasta las 3 de la mañana viendo el último episodio de ese anime que tanto me gusta. El tiempo se me pasó volando, y cuando me di cuenta, mi despertador ya había sonado tres veces.

Salté de la cama y me dirigí al baño, con el cuerpo aún adormecido. Mientras me lavaba la cara, pensé en lo típico: anime, manga, videojuegos... lo de siempre. Mi vida es simple, no es la más emocionante, pero me gusta. Soy lo que se dice un *otaku* de corazón. Desde que descubrí los mundos que ofrecían los videojuegos y las series, supe que no había mejor escape de la realidad que el que me brindaban. Al menos ahí no había exámenes, ni decisiones difíciles, solo mis héroes luchando contra monstruos y ganando batallas épicas.

Terminé de vestirme y bajé a la cocina. El apartamento estaba vacío, como siempre. Mis padres trabajaban fuera de la ciudad, y yo había decidido quedarme aquí solo por no querer moverme a ninguna parte. Desayuné algo rápido: un sándwich de jamón y queso, con un refresco. Nada especial, pero lo suficiente para aguantar hasta que llegara la hora de encender la consola.

Antes de que me diera cuenta, ya estaba sentado frente al televisor, los mandos en las manos. Jugué durante horas, inmerso en un MMORPG donde había llegado a ser uno de los mejores jugadores. El día pasó volando, y para cuando miré el reloj, eran las tres de la tarde. Me estiré, hambriento, y fui de nuevo a la cocina. Abrí la nevera y vi otro sándwich. A veces me pregunto si vivo solo de pan y queso.

Me puse a comer frente a la pantalla, viendo un video sobre la teoría de cómo ciertos personajes de anime son más fuertes que otros. Era interesante, aunque ya había escuchado la mayoría de los argumentos. Fue justo entonces cuando pasó lo impensable. Al dar un mordisco más grande de lo que debería, sentí que algo no estaba bien. La comida no bajaba. Me atraganté.

Intenté toser, pero el aire no entraba. Empecé a asfixiarme, desesperado. Caí al suelo, la vista se me nubló, y el mundo comenzó a desvanecerse. Todo se volvió oscuro, y lo último que recuerdo fue un sentimiento de pánico. Así fue como terminé mi vida de manera absurda, ridícula. ¿De todas las maneras posibles de morir? ¿Un sándwich?

---

Desde el Punto de Vista de Nyx

La oscuridad en la que me encontraba había sido mi única compañía por lo que parecía una eternidad. El tiempo en este lugar era difuso, y la sensación de vacío lo impregnaba todo. Encadenada en este sitio, prisionera de una guerra perdida hace incontables eras, esperaba el momento adecuado. Mi nombre es Nyx, la diosa oscura, sellada en las profundidades de Némesis. Había sido una fuerza imparable una vez, pero ahora no era más que una sombra de mi antiguo poder.

Pero entonces, una brizna de vida entró en mi dominio. Algo había cambiado. Sentí una vibración en la barrera que me mantenía prisionera. Al principio, pensé que era una ilusión, una más en la vasta monotonía de mi cautiverio. Pero no, esta vez era real. Una nueva alma había aparecido, débil, como una vela al borde de apagarse, pero lo suficientemente brillante como para captar mi atención.

No era común que las almas llegaran a este lugar. Las fuerzas que me sellaron aquí habían asegurado que mi prisión estuviera completamente aislada del mundo exterior. Sin embargo, esta alma no venía del mundo de los mortales al que estaba acostumbrada. No, venía de otro plano, uno donde las reglas eran diferentes. Y no era un alma cualquiera. Aunque su cuerpo físico había perecido, su espíritu aún brillaba con un potencial latente que no podía ser ignorado.

Observé en silencio mientras la conciencia de esta nueva entidad flotaba en el vacío, desorientada, sin rumbo. Lo curioso era que, a pesar de su estado inconsciente, su esencia me recordaba algo: una chispa de energía espiritual, una fuerza que podía ser moldeada. Algo que podía aprovechar.

"Aquella vez que me reencarné en un espíritu" en el mundo de shitara slimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora