Capitulo 19

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"Despedida de soltera I"- 17 Años

Nunca me había pasado esto. Bueno, en realidad sí, pero no a este nivel.Sin embargo, fue sólo ese gesto, levantar la mirada de su libro de historia para dejarme hipnotizada.

-Karime... ¿estás escuchando? -la voz de Gala me sacó del limbo en que me hundieron sus ojos verdes.

Asentí repetidas veces para que me dejara en paz y yo pudiera seguir mirándola.

Hasta el día de hoy no me daba cuenta de lo hermosa que se veía con el ceño fruncido escarbando página tras página para hacer su tarea.

-Deberías estar haciendo tu tarea en vez de distraerte con mis ojos-dijo sin apartar la vista del libro.

Ella ya se había dado cuenta que sus "ojos " eran mi total y completa perdición, lo fueron desde niña y estoy segura que lo seguirán siendo por el resto de mi vida.

-Y tú leyendo en vez de estar pendiente de lo que haga y lo que no -le respondí, volviendo al tono arrogante y terco que utilizaba cuando estaba junto a ella para que no se diera cuenta de lo estúpida que me dejaba con solo estar a mi lado.

-Karime... nos casaremos este fin de semana, podrías dejar de pelear al menos, ¿no lo crees? -replicó.

Bufé sonoramente, por supuesto que sabía que nuestra boda sería este fin de semana, por eso estaba así: tan cambiante.

Podía ser dulce y de repente enojona. Los nervios me comían viva.

-De acuerdo -no tenía caso resistirme, además, con la mirada de cachorro que tenía Gala sería muy imposible negarme.

Estos últimos días ella también lucía nerviosa: cometía errores, tropezaba con sus propios pies e incluso reprobó en una prueba.

La perfecta Gala que hacía todo con una excelencia innata había desaprobado un examen, aunque eso no pareció importarle, algo la tenía muy preocupada y estaba muy segura de que no era por la boda.

Iba a averiguarlo.

Llamé a Lupe para que fuera a la casa, ella llamó a Yeri, y Yeri a Hilda.

Después de media hora, estábamos las tres en mi habitación pensando qué podría tener tan afligida a Gala.

- ¿Y si ya no se quiere casar? -postuló Lupe.

Una parte de mí se alarmó muchísimo, era la parte que ansiaba estar con Gala.

- ¿En serio lo crees? -le preguntó Yeri.

Lupe lo pensó unos segundos y refunfuñó.

-Claro que no, pero era sólo una idea.

-Pues se aleja mucho de la realidad -agregó Hilda.

Estuvimos mucho tiempo pensando y cuando oscureció, las chicas terminaron por ver Titanic en la televisión.

Yo las observé mientras ellas le gritaban al capitán para que no chocara contra el iceberg, extrañaría formar parte de este grupo. No quería decir que dejaría de ser amiga de ellas, jamás me separaría de las mejores amigas que alguien podría desear, pero desde la próxima semana las cosas no sería lo mismo: ellas podrán salir sin preocupaciones, mientras que yo estaré casada.

Sin mencionar que cuando acabe el año sólo quedaremos Lucas y yo en la escuela.

Crecer apestaba.

Eso me recordó el libro de Peter Pan que Gala me regaló.

Me levanté para buscarlo en mi estantería, pero no estaba.

marry MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora