Delirio en la Oscuridad de la Locura

Tiembla la tierra cuando te muestras
Mi llamado se ha consumado
Aquí estás, sombra eterna que no muere
A mi oscuro abismo siempre acudes.

Lo deseas, soy el único sueño que anhelas tener
Me haces tuya, me llenas con tu fuerza impetuosa
Rey de la demencia creador de caos y violencia
Manantial de deleite del pecado original.

Tu deforme rostro lleno de tentáculos de placer
Se arrastran serpenteando sobre mi erizada piel
Liberándome de la prisión que es la realidad
Dándome estímulos virtuosos que aturden mi razón

Regocijada, exploto entre un clamor de gemidos cósmicos
Perdida en las estrellas negras de tus ojos
Donde mi reflejo se consume en fuego primigenio
Atormentada por tu exquisita y obsena oscuridad mi espíritu se desintegra en un frenesí sensorial.

Eres mi amante perpetuo deidad sombría
Único dueño del reino de mi locura
Descansas en tus sueños infinitos y despiertas en los míos para someterme y devorar mi cordura noche tras noche.

Y lo añoro, lo ansío, lo espero
Quiero estar entre tus garras eternamente
Vagando, durmiendo en ti sin descanso
Absorme mi esencia y transpórtame al infinito del delirio.

Eres la inasible vastidad sideral donde me perdí
Y no hay retorno ni salida, igual no los anhelo.
Soy una estrella más en tu inmortal inmensidad
Brillando sin luz, una rosa negra en un jardín sin final.

En el lecho eterno en el que hasta el tiempo se pierde yace el deseo apasionado donde incluso la muerte puede fundirse en un éxtasis ardiente y consumirse en el fulgor de su propio desvarío cautivada por la lujuria...