kookmin au
Jimin, el nerd de la clase tiene un pequeño (gran enamoramiento) porJungkook, el típico chico rudo motociclista. Nunca creyó que podría gustarle, o eso creyó hasta que aquel Alfa lo defendió de alguien, marcando su territorio.
- Él es mi...
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Jimin observaba a su novio, quien estaba parado frente a él con una mirada suave y serena.
—¿De verdad harás eso? —preguntó con un tono de duda.
El Alfa soltó una risa suave y negó con la cabeza.
—No. Me gusta asustar a la gente y hacerles creer que sería capaz de algo así —bromeó, dejando un beso en la frente del Omega antes de entrelazar sus manos—. Pero creo que ahora deberíamos ir al lugar donde nos alojaremos. No has comido nada desde que bajamos del avión.
Jimin asintió con una gran sonrisa.
Salieron de la nieve y caminaron hasta la calle principal para tomar un taxi. El lugar donde se alojarían estaba algo lejos.
Minutos después, un taxi se detuvo y aceptó llevarlos. Jimin iba sonriendo, observando los copos de nieve caer mientras el auto avanzaba. Todo era perfecto en ese momento.
—¿Alguna vez imaginaste estar en un viaje así? —preguntó Jimin, mirándolo con ternura.
—No. En realidad, nunca tuve en mis planes tener una relación. Pero entonces te vi a ti, y todas esas ideas de no querer comprometerme porque era una pérdida de tiempo se desvanecieron —dijo, dejando un beso en la pequeña mano de Jimin—. Además, estamos destinados. No había forma de que ninguno de los dos escapara de esto.
Jimin sonrió ampliamente.
—Me haces muy feliz, Omega. Quiero todo contigo, y este viaje es solo el comienzo de nuestra historia.
—Te amo, Kook. Te amo como no tienes idea.
—Lo sé —respondió Jungkook—. Yo te amo con la misma intensidad, Omega.
Después de esa pequeña y dulce conversación, sus labios se encontraron en un beso suave. Permanecieron en silencio, pero con las manos entrelazadas, hasta que llegaron a su destino.
Jungkook pagó al conductor, luego ambos tomaron sus maletas y entraron al lugar. Jimin abrió la boca en asombro, formando una "O". Pensaba que se alojarían en un hotel, pero lo que vio frente a él era más bien una mansión.
—¿Esto… es una mansión? Yo pensé que íbamos a quedarnos en un hotel.
—No, es una mansión. Bueno, algo así. No me gustaba la idea de un hotel, pero tengo un amigo que me alquiló este lugar por un buen precio.
—¡Por Dios! Esto debió costarte una fortuna.
Jungkook sonrió y negó con la cabeza mientras introducía la llave en la puerta. Ayudó a Jimin con su maleta, dejándolo explorar.
Jimin comenzó a recorrer las habitaciones del piso de abajo, donde encontró dos camas individuales con una mesa de noche entre ellas y una lámpara encima. Supuso que esa sería su habitación.
—¿Por qué hay dos camas? Pensé que dormiríamos juntos.
Jungkook se acercó por detrás y lo abrazó por la cintura.
