𝑂𝑛 𝑚𝑦 𝑚𝑖𝑛𝑑

𝐶𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 13

Hola buenas, tardes, noches o cuando sea que esten leyendo esto, se que tarde demasiado, lo se, incluso mas para mi propio gusto, pero finalmente esta aqui no?, en fin, les dejo con esto ya

Habitacion lujosa, en oscuridad total, dos siluetas se hallaban ahi, en un total silencio, una de ellas evaluando a la otra, mientras la otra se encontraba sumamente perdida en sus pensamientos, con la mirada profundamente perdida en la absoluta nada del vacio oscuro de la habitacion, ninguno hacia nada por romper aquel incomodo silencio que se habia apoderado del ambiente, hasta que uno se decidio por hablar despues de varios minutos de silencio.

—¿y bien?, me llamaste aqui con urgencia, ¿vas a decir algo siquiera?, ¿ha sucedido algo, algo que decir o reportar?— expreso el soldado con seriedad

—. . . .tal vez, no lo se— susurro por lo bajo— necesito hablar contigo, Kyabe

—ja, ¿hablar, tu?, ¿de que quieres hablar?, repito, ¿ha sucedido algo?— dijo cruzandose de brazos

—. . .Kyabe, lo he confirmado, es ella, la saiyajin de la leyenda— susurro con la mirada perdida

—. . .¿y como lo sabes?, mejor dicho, como lo has confirmado— dijo viendola analitico

—. . .logre que se transformara, su poder, esta fuera de todo lo que he visto, diria que no hay nadie que conozca que pueda hacerle frente— dijo mientras volteaba a verlo— no pude detenerla, casi me mata, Kyabe, pudo haberme matado sin dificultad

—¡¿QUE?!, ¡¿como es eso posible?!— exclamo con sorpresa— ¡¿que carajos hiciste Caulifla?!,  ¡¿si sabes que si tu mueres nada de esto funcionara no?!, si algo asi sucede, no tendre mas opcion que dejar esto atras y evitar el ataque de tus fuerzas— expreso serio, rayando la furia

—. . .lo se, dime Kyabe— dijo mientras centraba su mirada al vacio— ¿que sucede conmigo?, ¿que me pasa?

El soldado vio con incredulidad a la rebelde, observando su extraño y peculiar comportamiento, no podia ver en ella a aquella version soberbia, egocentrica e incluso narcicista de la saiyajin, en cambio, se podia ver a alguien confundida, consternada, parecia que no podia poner en orden sus propias ideas, no podia identificar a la persona que conocio alguna vez, algo estaba, diferente.

—¿me llamaste aqui, para hablar, sobre esto?, ¿sobre que tienes una crisis existencial?— pregunto con incredulidad— por quien me tomas, ¿tu puto terapista?

—si no tienes nada que decir Kyabe, solo vete— expreso con voz monotona

El soldado solo guardo silencio a sus palabras y se quedo observandola una vez mas, analizando de nueva cuenta su rara actitud, habia dejado que su frustracion y estres de toda la situacion sacaran lo mejor de el, pero ahora con la mente mas fria, podia ver que algo definitivamente iba mal con Caulifla, el simple hecho de que no reaccionara a su orden de que se largara del lugar ya era un fuerte indicador, pues, la Caulifla de siempre ya lo habria amenazado para que hiciera lo que le ordenara, sin embargo, ahi estaba ella, sentada haciendo nada y viendo a la nada, asi se quedaron por varios largos minutos que parecian horas, Kyabe solo analizando que podria estar mal en su pensar, hasta que la curiosidad le pudo mas.