Todo terminó, el Resplandor fue derrotado y el Dios de los Dioses se elevó por encima del Resplandor Absoluto, mientras sus garras descendían para destrozar a la diosa que había causado tanto dolor, y les arrebataron la victoria. El Señor de las Som...
En lugares salvajes más allá pronuncian tu nombre con reverencia y pesar,
Porque nadie pudo domar nuestras almas salvajes, pero tú aceptaste el desafío.
Bajo la más pálida vigilancia, enseñaste, cambiaste, los instintos básicos fueron redimidos,
Un mundo que les diste a los insectos y a las bestias como nunca lo habían soñado.
Nuestros preciados sueños nos los concediste y nos entregaste aún más,
Pero en tu consternación descubriste que era demasiado tarde que nuestros deseos no tenían fin,
¿Qué precio tuvo domar nuestra ferocidad? Lo diste todo y después diste más.
Aún así, los deseos seguían sin satisfacerse, más sueños permanecían, tus energías se gastaron,
De entre ellos surgió un terrible azote,
Ese retorno forzado de nuestro impulso agresivo,
Y nos devolvió a bestias o cáscaras,
Nuestras almas consumidas por la luz de arriba,
Dentro de tu cadáver aún se oyen los gritos quejumbrosos de uno,
¿Quién tomó nuestro dolor, nuestra pérdida y nuestros sueños dentro de sí para...?
A través de su dolor encontramos una verdad que ahora debe ser confesada,
Porque nada puede contener tales cosas excepto el vacío perfecto.
La elegía de hallownest reside en todos, desde los insectos más pequeños hasta las bestias más magníficas, sus sueños se habían hecho realidad incluso si solo era una imitación inútil de un reino verdaderamente grande que solo caería. Porque dentro de la tribu de las polillas hace mucho tiempo tenían un dios al que le dieron la espalda y traicionaron siguiendo el gobierno de una corona otorgada por la inteligencia y la sabiduría, cuando llegó la eventualidad de su venganza, todo el reino se hundió en el caos y el deterioro. Al intentar sellar la infección provocada, sin darse cuenta había causado un flagelo aún mayor dentro de las mentes, corrompiendo y volviendo a sus instintos básicos enterrados dentro de la cámara de eco de su enfermedad, eligiendo la opción final, el Rey Pálido de Hallownest se sacrificó para formar un caballero para derrotar la causa de la infección, todo lo que necesitaba hacer era esperar hasta que el reino no pudiera afectar su cuerpo ahora mortal, por lo que dejó a su gente con su hija como compañera para aventurarse en las tierras baldías solo para que murieran con los suyos antes de poder regresar, sus cuerpos fueron sepultados, sus almas descendieron al infierno para los niños dentro del abismo brillaron con su pecado solo para que fuera hacia ellos, dejando a ambos para ir al anillo del Orgullo para ser encontrados por el exorcista, Vaggie.
Vaggie estaba vagando por las calles con Charlie buscando reclutar pecadores, luego se encontró con un dúo de pequeñas criaturas parecidas a insectos de la mitad del tamaño de una botella de vidrio con máscaras hechas de un material similar a la porcelana, sentadas en un callejón hablando en un idioma extranjero que sus oídos apenas podían escuchar debido al bajo volumen pero al tono alto de sus voces, Charlie señala a los dos con los ojos estrellados.
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Charlie: "Vaggie, mira, ¿no son adorables?"
Ella solo pudo enterrar su cabeza en sus manos mientras observaba a Charlie acercándose al par de insectos, mientras el par desenvainaba pequeñas uñas listas para pelear mientras ella la arrastraba hacia atrás y la giraba para mirarla a la cara.
Vaggie: "Cariño, ¿qué intentabas hacer? ¡Ni siquiera sabemos qué son o si son peligrosos!"
Charlie intentó levantar a uno de los dos, pero el más alto le pinchó el dedo y se formó una pequeña gota de sangre en el lugar del impacto, ya que la hoja era sorprendentemente afilada. Se estremeció de dolor y cayó sobre Vaggie, que estaba allí sosteniéndola y apoyándola.
