Capítulo 04

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Lo primero que sintió la alpha al despertar fue un par de brazos que se enrollaban a su alrededor

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Lo primero que sintió la alpha al despertar fue un par de brazos que se enrollaban a su alrededor. Una respiración cálida que chocaba con su cuello sensible y un dulce aroma a vino que se mantenía apacible y atrayente. Recordando a las veces que ha dicho "la última" cuando al final ha seguido bebiendo hasta que la botella se ha terminado.

Debía marcharse pronto, el más silencioso pitido de su teléfono le advirtió. Tenía una cirugía importante de la que era segunda asistente junto con el cirujano principal. Pero la comodidad de la cama y la placentera calidez del nido la imposibilitaba de marcharse de los brazos de la omega.

El más ligero movimiento de la alpha advirtieron a la omega que ha emitido un corto quejido acercando más su rostro al cuello de la mujer que se ha mordido la lengua conteniendo la respiración.

—¿A dónde vas?— la voz ronca y adormilada de la omega dejaron a la mujer incapaz de hablar. —Es muy temprano...

—Tengo un caso que atender, n'Orm.

—Ujhumm.

Renuente la omega la ha soltado para girarse del lado contrario abrazando a su pecho el cojín de pingüino. Ling se levantó con movimientos trémulos para salir del nido sin dañarlo en el camino. La alpha se metió a bañar en el baño de su cuarto y se puso algo sencillo pero elegante. Preparando algo para desayunar excesivamente ligero, dejando aparte un plato de comida listo para cuando la omega se despertara.

Lista para salir de la casa, la alpha regresó para ver a la omega que descansaba en la misma posición.

—Ya me voy, traviesa.

~LingLing Kwong...

—Te deje algo de comida, solo debes calentarla cuando tengas hambre.

—¿Cuándo regresarás?

—Espero que no muy tarde.

La omega finalmente abrió los ojos estirando los brazos extendidos hacia la mujer demandando un abrazo de despedida. Con dificultad, no queriendo dañar el nido, Ling se acercó permitiendo que los brazos de la omega se enredaran por su cuello, mientras que una mano sostenía su peso sujetando la cabecera y la otra se enrollaba en la espalda de la menor.

Orm estaba a punto de alejarse cuando aquel sonido del día anterior volvió a vibrar desde el pecho de la mujer mayor. Era bajo y grave, causando una sonrisa en la omega que ha comenzado a ronronear.

~LingLing..., ¿hay algo que desees de mí?— que el sonido se ha vuelto más fuerte apenas unas milésimas junto con el más ligero picante de la canela. —¿P'Ling quiere que n'Orm la marque?

—Hace mucho que no tomo vino..., me vendría bien para relajarme.

La omega se ha reido ligeramente comenzando a frotar con calma su cabeza contra el costado de la alpha que comenzó a sonreír satisfecha. Exactamente cinco minutos después Orm se separó para ver la sonrisa atontada de la alpha y sus ojos cerrados, como si en cualquier momento se pudiera volver a dormir.

Enamorada del Cazador (SIDE STORY) LINGORMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora