—¿Quieres consejos de como mejorar tu relación? —Enoshima alzó la vista de su pantalla con la ceja alzada.
Con muchas dudas, Mukuro había acudido a su hermana, quien había tenido múltiples aventuras románticas y hasta sexuales.
— Sí... Maizono y yo cumpliremos medio año de novias, me gustaría ser la mejor pareja posible. Estaba pensando... como tu sabes mucho del tema sexual...
Enoshima dejó de escuchar a Ikusaba en el momento en el que ella dijo "sexual". Sus ojos se iluminaron, tiró su celular a un lado, se levantó y agarró a su hermana de los hombros.
—¡¿Quieres cogerte a la idol?! Wow, oye, yo pensé que era rápida pero tú claramente me ganaste —Enoshima la miró con una sonrisa burlona.
—¡No, no es eso! No quiero realmente tener sexo con ella... solo... solo quiero saber como ser atrevida. Siento que nuestro contacto físico no la satisface lo suficiente.
—¿Y por qué dices eso? —alzó una ceja.
— Nunca hemos... pues... pasado del cuello... —murmuró Mukuro con vergüenza.
La rubia se quedó en silencio, completamente impactada por lo que escuchó.
—¿Estás bromeando, verdad?¿no hicieron nada de nada?
Mukuro asintió a esas palabras.
—¿Enserio?¿ni un rápido, ni los dedos, ni la lengua, ni un vibrador, ni un strap, ni una tijera?
La cara de Mukuro se puso toda roja, se alejó un poco de su hermana y negó con la cabeza a cada referencia sexual que ella hacía.
— No hemos hecho nada, ¿okay?
— Mierda, con razón dices que está insatisfecha —la rubia negó con la cabeza—. Yo te hubiera dejado a este punto si fuera ella.
Los ojos de Ikusaba se abrieron de la sorpresa y el miedo al escuchar eso.
—¿Qué?¿de verdad?
— Pues sí, vamos. Ya tenemos 19 años. Deberías haberle metido un dedo como mínimo —la fashionista se alzó de hombros.
—¿Maizono me dejaría por algo así? —la soldado desvió la mirada. Conocía a su novia, era buena... ella no le haría eso.
— Sí, estoy segura de que te dejará en cualquier momento —dijo la fashionista con seguridad.
Mukuro sintió que su estómago se revolvía, ese sentimiento de vulnerabilidad le repugnaba, pero no se sentía nada comparado al solo pensamiento de perder a Sayaka.
—¿¡Cómo hago para que eso no pase!?
Mukuro agarró los hombros de su hermana y se aferró a ellos con desesperación.
Junko se sorprendió al verla así. Débil, vulnerable y destrozada.¿Eso era lo que le causaba el solo imaginar perder a esa idol?¡Qué envidia! Junko había pasado toda su vida intentando causarle desesperación a su hermanastra y esa estúpida idol le roba eso.
Frunció el ceño, no quería ayudar a Maizono, pero no quería darle el honor de ser ella quien le cause esa desesperación a Mukuro.— Bueno... puedo darte un par de consejos, pero para eso debes dejar de pensar como Mukuro y pensar como Junko —dijo con una sonrisa, sabiendo cual iba a ser la respuesta de la soldado.
Desde que Ikusaba y Sayaka empezaron a salir, esta dijo que no volvería a reemplazar a Junko nunca más. Prepararse y hacer sus cosas necesitaba mucho tiempo y la pelinegra prefería pasarlo con la idol antes que haciendo cosas que ni siquiera le gustaban.
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the real mukuro | ikuzono
RomanceSayaka ama a Mukuro, la ama con todas sus inseguridades y cicatrices. Adora a la verdadera Ikusaba y siempre que puede se encarga de demostrárselo, quiere dejarle en claro que se enamoró de ella y solo de ella, no de su actuación como Junko ni algo...