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Perdí la cuenta de las veces que mis amigas insistieron en que fuera a  hablarte pero no eran ellas las que se veían al espejo todos los días y decían que eran insuficientes o que eran feas; lo sigo pensando pero ya no es a causa tuya. No tenía miedo de hablarte ese ni era el asunto que me atormentaba era el hecho de el rechazo, no tenía miedo a hablarle tenía miedo de que me rechazarás cariño...

Lo que nunca fuimos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora