En un mundo donde el amor es un pecado, una familia real debe luchar por su derecho a amar sin condición. Descubre la épica historia de Lucifer y Avery, dos almas prohibidas que desafían al universo para estar juntos. Pero
¿podrán proteger a su fam...
Lucifer la miró de arriba abajo, sorprendido por su apariencia. Su vestido rosa resaltaba su belleza y su sonrisa era deslumbrante. A pesar de todo, él aún estaba un poco resentido con ella por intentar matar a su hija*
- No hay problema. - Dijo secamente, sin devolverle la sonrisa.
Avery se presentaba como una visión de pureza y belleza, envuelta en un vestido rosa delicado que parecía haber sido creado específicamente para realzar su ángelica figura. El tejido suave y ligero del vestido se ajustaba perfectamente a su cuerpo, resaltando cada curva y contorno de su silueta.
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Lucifer no pudo evitar notar la elegancia y la gracia con la que se movía Avery. Su piel era suave y tersa, y su cabello rojo intenso resplandecía con la luz del infierno. Era como si ella irradiara luz propia, incluso en un lugar tan oscuro como el infierno.
El color rosa, suave y pastel, complementaba perfectamente su cabello rojo intenso, que caía sobre su espalda como una cascada de fuego. Su piel blanca y luminosa parecía radiar una luz interior, como si estuviera iluminada desde dentro. -Y dónde será mi habitación- le hablo.
Lucifer la miró de nuevo, aún intentando mantener una expresión neutral, aunque se estaba encontrando más difícil a medida que observaba más de cerca sus encantos. Se aclaró la garganta y se enderezó un poco más en su trono
- Tienes una habitación en el ala sur del palacio. Te guiaré allí. - Ella lo seguía mirando el lugar.
Sus ojos verdes esmeralda brillaban con intensidad, como dos joyas preciosas que reflejaban la bondad y la compasión de su alma. Su mirada era tan dulce y tranquilizadora que parecía calmar el alma de quien la miraba.
Lucifer no podía evitar sentirse atraído por la mirada de Avery. Sus ojos verdes esmeralda parecían tener un poder hipnótico, atrayéndolo hacia ella. Aunque aún estaba resentido con ella por su intento de matar a Araxys, su presencia tenía un efecto inexplicable en él.
Mientras caminaba. El vestido rosa, con su corte delicado y su tejido ligero, parecía una nube que envolvía su cuerpo, realzando su belleza y su vulnerabilidad. Avery parecía un ángel bondadoso y hermoso, una criatura mitológica que había bajado del cielo para compartir su amor y su compasión con los demonios.
Lucifer no podía apartar los ojos de ella. Aunque luchaba por mantener su máscara de indiferencia, no podía negar que la visión de Avery era algo espectacular. Cada paso que daba resonaba en el silencio del infierno, y su cuerpo se movía con gracia y elegancia. A pesar de ser un ser celestial, había algo cautivador en su vulnerabilidad y su humanidad.
Su presencia era tan serena y pacífica que parecía calmar el aire a su alrededor. Su belleza no era solo física, sino que también emanaba de su alma, como una luz que iluminaba todo lo que la rodeaba. -me gusta mucho tu castillo- le ablo con dulzura.
Lucifer se detuvo por un momento, sorprendido por el cumplido. Nunca esperó que ella pudiera ver algo bueno en su morada oscura y caótica. Pero a medida que observaba su expresión serena y sus ojos llenos de bondad, notó que ella estaba siendo sincera.
- Gracias. - Dijo con tono seco, aunque una leve sonrisa se formó en sus labios.
En ese momento, Avery era la encarnación de la pureza y la bondad, un ángel que no lastimaría a nadie, sino que solo deseaba compartir su amor y su compasión con el mundo. Su belleza era tan radiante que parecía iluminar todo lo que la rodeaba, y su presencia era un regalo para aquellos que la contemplaban.
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Lucifer se encontró a sí mismo fascinado por la presencia de Avery. A pesar de sus intentos de mantenerse distante, su corazón se llenó de una sensación de calidez y paz que no había experimentado en mucho tiempo. Su sonrisa se volvió más amplia y sus ojos se suavizaron mientras la miraba.
en eso sale Araxys de su habitación y al verla se emocionó mucho corriendo hacia ella alzando sus brazos. gritándole mamá. Avery se sorprendió un poco pero igual la recibió entre sus brazos con tranquilidad y amor.
Lucifer observó la escena con sorpresa y una mezcla de sentimientos encontrados. Vio cómo Araxys corría hacia Avery y la llamaba "mamá", y se preguntó cómo era posible que su hija hubiera llegado a tener tanto afecto por ella. A pesar de todo, no pudo evitar sentirse un poco celoso, aunque también estaba intrigado por la relación que se estaba formando entre ellas
Avery miró a lucifer con una sonrisa amable y bondadosa que reflejaba su belleza y su vulnerabilidad. -ella es mas hermosa en persona - le dijo con una voz tan amable y delicada.
Lucifer la miró a los ojos, y su corazón se aceleró un poco al ver la sonrisa en su rostro. Su voz era suave y melodiosa, como una canción de cuna. A pesar de que todavía estaba luchando contra sus emociones, no pudo evitar sentirse atraído por su bondad y su gentileza.
- Sí, lo es. - Respondió en voz baja, aún sin quitarle los ojos de encima.
al pasar ese momento lucifer la lleva a su habitación ella entra y desempaca.
la acompaña hasta su habitación y se apoya en el marco de la puerta mientras ella desempaca. Observa cómo ella coloca sus pertenencias en los armarios y en la mesita de noche, notando cada pequeño detalle de su comportamiento y su apariencia
su hija Araxys aún muy feliz de tenerla ahí en el castillo con ella. le ayuda a desempacar mientras habla con ella con naturalidad como si fuera su verdadera madre.
Lucifer no pudo evitar sentirse un poco incómodo al ver cómo su hija se sentía tan a gusto con Avery. Aunque sabía que Araxys solo estaba expresando su felicidad, no podía evitar sentir una punzada de celos y protección.
Observaba cómo Araxys ayudaba a Avery a desempacar y cómo ella respondía con una sonrisa y palabras cariñosas.
y asi Avery se unio a esa pequeña familia, cambiando todo a su alrededor con su nobleza y su belleza.
Continuará....
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