Detrás de cámaras | Lukas Urkijo

Introduccion

Nuevos Comienzos

Lukas Urkijo observaba por la ventana del autobús, el paisaje mexicano deslizándose velozmente ante sus ojos. A pesar de haber vivido en México desde que tenía nueve años, cada viaje por la ciudad seguía siendo un recordatorio de lo lejos que había llegado desde su Colombia natal. El nerviosismo lo invadía; hoy comenzaba un nuevo proyecto que podría cambiarlo todo.

Con 16 años, Lukas ya había construido una carrera en el mundo del entretenimiento. Cantante, actor, influencer y parte de la Vecibanda, había estado en el ojo público durante años. Sin embargo, este papel protagónico en la película era diferente. Por primera vez, sería el centro de atención junto a Julieta Reyes, una joven actriz con quien aún no había interactuado más allá de las redes sociales.

Mientras el autobús giraba en una esquina, su mente divagaba entre sus responsabilidades y la emoción de trabajar con alguien nuevo. Recordaba las horas de ensayos y la presión que sentía al querer dar lo mejor de sí. Era un chico tranquilo, pero en el fondo anhelaba el bullicio de la actuación, la adrenalina de las cámaras.

Al llegar al set, el bullicio lo envolvió. El equipo corría de un lado a otro, preparando todo para la jornada. Lukas tomó una respiración profunda y se bajó del autobús, sintiendo el calor del sol en su piel. Frente a él, un grupo de personas se movía enérgicamente: técnicos, maquilladores y actores. Todo era un torbellino de actividad.

Fue entonces cuando vio a Julieta por primera vez. Estaba en un rincón, revisando su guion, su mirada concentrada revelando su seriedad. Su cabello castaño caía suavemente sobre sus hombros y, aunque su expresión era seria, Lukas pudo ver un destello de nerviosismo en su rostro. Algo en su timidez le resultaba familiar.

"¡Lukas!" lo llamó Alan, su amigo de la Vecibanda, conocido como Yankee. Con una gran sonrisa, se acercó a él. "¿Listo para hacer magia en el set?"

"Eso espero", respondió Lukas, intentando ocultar sus nervios. La presencia de Alan siempre le daba un poco de confianza.

Mientras charlaban, Lukas notó que Julieta se acercaba a ellos. Su corazón se aceleró. "Hola, soy Julieta", dijo, extendiendo su mano con una sonrisa tímida. "Es un placer conocerte".

"Yo soy Lukas", contestó, sintiéndose un poco torpe. "He escuchado mucho sobre ti. Estoy emocionado de trabajar juntos".

Julieta asintió, y Lukas pudo notar que, a pesar de su timidez, había una chispa en sus ojos. La conversación fluyó de manera sorprendente, con Alan actuando como el puente entre ellos. Compartieron risas sobre anécdotas del set y las locuras de la Vecibanda, y por un instante, Lukas sintió que la presión se disipaba.

La jornada avanzó, y a medida que se preparaban para la primera escena, Lukas se dio cuenta de que no solo estaba allí para actuar, sino también para aprender y crecer. La conexión que había empezado a formar con Julieta era especial, y la promesa de lo que vendría lo llenaba de expectativa.

Al final del día, mientras se alejaba del set, Lukas no podía dejar de sonreír. Había encontrado algo más que una compañera de actuación; había conocido a alguien que podía convertirse en un gran amigo. Y en el fondo, la chispa de algo más empezaba a encenderse.