3

5 1 0
                                    

La noche cayó más rápida de lo que esperaba

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche cayó más rápida de lo que esperaba. El sonido del bosque, usualmente inquietante, me pareció esta vez relajante. Megan estaba sentada a mi lado mientras veíamos una vieja película en blanco y negro. Ella había sugerido que eso ayudaría a mantener mi mente en calma, y ​​aunque no lo admití en voz alta, tenía razón. Su presencia tenía ese efecto sobre mí, como si trajera algo de paz en medio del caos interno que llevaba meses cargando.

Estos últimos meses han sido un verdadero infierno. A menudo me siento completamente abrumado, como si la culpa y el miedo me aplastaran, y solo quisiera llorar hasta no tener más lágrimas. No dejo de pensar en Ford, atrapado en algún rincón del multiverso, sin saber si está bien, si está vivo... La incertidumbre me destroza. Me aterra pensar que tal vez nunca vuelva a verlo.

La desesperación me consume cada vez más. Cuando Megan se marcha al bosque y los clientes que vienen por mis "inventos" se van, me encierro en mi habitación. Ahí, me permito romperme. Era mi único escape. No sabía cómo expresar lo que sentía, cómo manejar esa mezcla de culpa, miedo y desesperación. En ese proceso, descuidé muchas cosas, pero sobre todo me descuidé a mí mismo. Apenas comía, apenas dormía bien. Todo me parecía un desastre, y ni siquiera sabía por dónde empezar a arreglarlo.

Megan no sabía nada de eso, o al menos no lo mostró. Pero había noches como esta en las que su compañía me hacía sentir un poco menos triste, aunque fuera por unas pocas horas.

-Stan, vas a perderte la mejor parte!

-¿Qué?- Me había perdido en mis pensamientos, megan miró atentamente la pantalla mientras se metía un puñado de palomitas a la boca, segundos después comenzó a reir, parecía divertirse.

-¡Tengo que anotar eso! ¿no viste mi libreta?

-¿No la dejaste en la cocina? deja que la traiga por ti.

Me levanté del sofá y caminé hacia la cocina, tomé la libreta de Megan, aquel que no había visto en meses nuevamente estaba entre mis manos, aproveché que estaba muy concentrada en la película y di una vista rápida hacia aquel cuaderno de nuevo, esta vez, ya no solo tenía dibujos, si no que también tenía algunas fotos pegadas. Las páginas estaban llenas de garabatos y dibujos que habíamos hecho juntos. Un dibujo de nosotros dos explorando un bosque encantado, una foto de una puesta de sol que habíamos visto... Me sorprendí a mí mismo buscándome en cada trazo, en cada palabra, era un pedacito de mi, de nosotros.

Poco me había dado cuenta del tiempo que habíamos pasado juntos, ella parecía apreciarlo mucho, aunque poco sabíamos el uno del otro, ambos teníamos el interés por hacerlo, nuevamente me quedé divagando, hasta que una voz a mis espaldas hizo que me sobresaltara, era Megan, se veía un poco molesta.

-¡Stan, te dije que trajeras mi libreta, no que la inspeccionaras!- dijo Megan con un tono de reproche, mientras se cruzaba de brazos en el umbral de la cocina.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

"𝘋𝘰𝘯𝘥𝘦 𝘊𝘰𝘭𝘪𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘯 𝘭𝘰𝘴 𝘔𝘪𝘴𝘵𝘦𝘳𝘪𝘰𝘴"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora