Capítulo 22.

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Está era la situación, acababa de regresar del mercado y había un perro en su sala más desorientado que él. Era bonito, si no hubiera comenzado a ladrar cuando entraron, Felix hubiera pensado que era otro peluche de los que Chris le regalaba a Seojun. Pero este era de verdad y estaba rodando por el piso con su hijo que había quedado enamorado del perrito.

- ¡Mira mami! ¡Tiene rulos como nosotros! - había chillado Seojun apenas lo vió.

- Si amor... - respondió, escribiendo rápidamente al culpable de la presencia del animalito.

Resulta que la promesa del perro en lugar del rojo y todo eso había sido cierta, demasiado. No le sorprendió cuando Christopher afirmó que se llamaba Berry y Seojun estaba encantado con Berry la pequeña perrita.

Miró la hora, Christopher había entrado a trabajar hacía veinte minutos, debió haber dejado al perro y una bolsa de comida antes de marcharse, no saldría hasta media tarde así que Felix se hizo la idea de que era su responsabilidad.

No lo juzguen, adoraba los animales y siempre quiso una mascota para Seojun, pero tal vez en unos años. Pero bueno, ahí estaba, todo adorable con su niño, Felix lo dejo estar mientras se dirigió a la cocina a preparar el almuerzo, hablando con Chris mientras tanto.

- Mami a Berry le gustan mis pantuflas mira - Seojun correteo en la cocina con el perro entre sus brazos, este tenía una de las pantuflas nuevas de su cachorro.

Felix se apuró en quitársela, observando que aún servía. Pero el perro con sus dientes de bebé había dejado marca.

- No dejes que agarré estás cosas, Jun, si no aprenderá a romperlas - ambos, cachorro y cachorro lo miraron con ojos de perrito antes de volver corriendo a la sala.

El omega suspiró, algo le decía que no sería la primer cosa que la perrita rompería. Saldría a comprarle un juguete más tarde.

Al menos el tanto jugar gastó las energías de Seojun y Berry, apenas llenó sus pancitas ambos estuvieron deshechos en el sofá para una siesta, tiempo que Felix aprovecho para poner algo de orden y terminar un diseño que debía enviar. Las siestas de Seojun nunca duraban mucho desde que tenía dos años, así que no tuvo mucho tiempo para él solo.

Pudo ducharse, cepillarse el cabello y hasta ponerse sus cremas lo que era mucho, luego respondió emails de la empresa, en su mayoría sus colegas publicistas chequeando como iba cada uno, tenían agendada una reunión en la ciudad dentro de un mes y Felix realmente no quería ir, pero no le quedaba de otra.

Era un solo día pero debía dejar a Seojun, tomar el tren de dos horas dos veces y soportar a sus compañeros, no eran malos, pero estaban en otro momento de sus vidas por lo que Felix muchas veces no conectaba con ellos y se aburría.

Más adelante se preocuparía por ello, ahora la siesta y el turno de Chris había terminado, por lo que Felix estaba preparando la merienda para todos mientras la sesión de juegos entre Seojun y Berry se reanudaba.

Felix oyó el jeep de Christopher estacionarse y su omega se crespo en anticipación, observando la puerta en los segundos que el alfa caminó entre la camioneta y la casa.

Dió una mirada rápida a su cachorro, notando tiernamente como él también había sentido que su padre se acercaba, parándose con ansias a un lado de la puerta con Berry atrás, esperando a que toque y...

- ¡Chris! - abrió la puerta y el alfa entró, alzando al cachorro y dándole un besito en la frente.

- ¡Hola pequeño! ¿Y a quién veo aquí?

Bang se agachó y con su brazo libre tomó a la cachorra que había comenzado a ladrar al ver que le habían quitado la atención por un segundo.

- ¡Es Berry! ¡Apareció aquí! Es mágica y muy bueno - la sonrisa del niño era enorme.

Beach boys ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora