Capítulo 7: Lee Felix

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Minho: Hey, Felix, ¿estás bien?

Entonces le dice el pelinegro al ver que apenas lo había arrinconado, tomando sus hombros, minutos después, el pecoso se había puesto demasiado nervioso, tanto que le estaba faltando el aire.

En ese momento lo supo, su llamado trastorno de ansiedad generalizado estaba superando su límite ya. Así que, inmediatamente lo cargó en brazos, corriendo rápidamente hacia los chicos, quiénes se acercaron a ayudarle con rapidez. Al mismo tiempo que con el corazón en la mano, Hwang Hyunjin llamó a la ambulancia, más que preocupado, observando como todos estaban de un lado a otro preocupados.

¿Había sido su culpa?

Pues quién sabe. Pero si había una cosa cierta, algo le estaba pasando a Felix para ponerlo tan mal; y eso Minho lo iba a averiguar. Para su suerte, después del incidente, había tomado en secreto el celular de Felix antes de que la ambulancia se lo lleve. Así que, con cuidado fue hasta el mismo callejón y tomó el celular para ver que tenía.

Debía encontrar una pista.

No podía estar en paz.

No cuando Jeongin estaba para calmar su estrés y su desconfianza de los demás.

— Ag, ¿por qué? Tiene clave.

Suspiró frustrado.

— ¿Qué pasó Lee, no encuentras la contraseña?

Alguien le dijo. Sonriendo, el pelinegro de largos cabellos, de lado, antes de tomar aquel celular, retirándolo de la mano de Lee Minho, lo miraba con astucia, pero también con maldad. Tal y como lo hizo una vez que Jeongin miró todas sus conversaciones con Seungmin, cuando se enteró de sus tratos.

Ninguno debió meterse con ellos.

Nunca.

— Hyunjin.

— Te dije que no metieras tus narices donde no te importa, Lee.

Susurró, tirando el celular al piso, rompiéndolo. Y Minho corrió hacía este tratando de detenerlo, pero tirándolo al piso, lejos de la gente, Hyunjin se desquitó de todo lo que su novio le había quitado. Jeongin no era una santa paloma. Todo lo que tenía debió ser suyo desde un principio, tal y como era el amor de Lee Felix.

Así que no iba a dejar que alguien lo apresen, así como así; y menos por alguien que no valió la pena matar. Mordió su labio antes de pensar en deshacerse de la persona al frente suyo. Además, él había hecho que su Felix termine en el hospital. Debía pagarlo. Debía pagar haberse metido con él.

Eso fue lo que siempre pensó.

— ¿Por qué lo hiciste, Lee? Te dije que nunca te fijaras en lo que es mío y lo hiciste. Ahora por fin te quité lo que es tuyo, ¿no te gustó la sorpresa?

Sonrió.

Minho lo miró y tragó saliva, tratando de correr de él, pero no pudo.

Entonces, con sigilo y cuidado, este tapó la nariz del pelinegro, cubriendo hasta su boca con aquel pañuelo con cloroformo. Sin que los ojos de sus amigos lo vieran, tomó a aquel chico y se lo llevó en una camioneta robada. No le importaba nada en absoluto. Desde el día en que pasó el accidente, su mente ya no pensaba con claridad. Tenía mucho odio, mucho rencor. Tanta mierda en su mente.

Y siendo mentido hasta ahora, era hora de que lo pagaran cada uno de quienes le hicieron daño, empezando por él. Quién se acostó su novio. SU NOVIO.

Así avanzó.

Pero se detuvo viendo contra el cristal del carro.

¿En qué se había convertido?

WHO KILLING JEONGIN? [STRAY KIDS|JEONGHO] [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora