Mariposa Dorada

X

Como están mi gente insana.

Aquí otro capítulo de esta desgraciada tren sin frenos loca por el rubio, Goku.

Sin más que decir Puchale play

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-¿Cómo?...

-¡Cosas como esta!

Vociferó la chica que, sin soltar el rostro del chico había unido sus labios brillantes y carnosos a los del chico que no pudo hacer nada más que abrir sus ojos con sorpresa.
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Goku, en ese momento, parecía una simple presa paralizada ante su depredador. Quería moverse, pero su mente le negaba hacerlo.

¿Qué rayos está haciendo Nino? ¿Por qué mi cuerpo no responde? ¿Qué se supone que haga?

Las preguntas se repetían una y otra vez en su cabeza, en lo que para él parecía una eternidad. Aunque realmente solo pasaron unos segundos, suficientes para que Nino se diera cuenta de lo que había hecho y se apartara bruscamente.

-Nino...

-¡No preguntes por qué lo hice! ¡Tampoco preguntes más cosas! ¿Entiendes? S-solo fue... ahhh, ¡no fue nada!

Nino, visiblemente avergonzada, buscó desesperadamente una forma de excusarse y calmar su nerviosismo, aunque apenas lograba mantenerse en pie. Sus piernas temblaban ligeramente, y el claro rubor en su rostro era un delator ineludible.

En un acto de iluminación (o cobardía, según se mire), Nino llegó a una idea que, aunque ridícula, le parecía mejor que prolongar el incómodo momento con Goku.

-¡Nos vemos!

Tomó las bolsas de ropa que llevaba consigo, y usando una de estas para taparse la cabeza, salió corriendo sin mirar atrás.

Goku se levantó rápidamente para ir tras ella, pero se detuvo al escuchar el sonido recurrente de un celular. Dudó si era el suyo, pero no sintió el habitual vibrar en su pierna. Al mirar al suelo, se dio cuenta de que el teléfono de Nino había caído.

El rubio lo tomó rápidamente, notando un ligero golpe en una de las esquinas. La pantalla mostraba una llamada entrante: Ichika. Sin pensarlo demasiado, contestó.

-[¿Hola?]

-¡Nino! No sé dónde estés, pero espero que ya te estés resguardando o llegando a casa, porque hay un tifón... espera... ¿Goku-kun? ¿Estás con Nino?

La voz de Ichika denotaba sorpresa. Se alejó de donde estaban todos para hablar con mayor privacidad desde el balcón.

-[Estaba conmigo. Por cierto, ¿mi hermana está contigo o se fue a casa?]

Ichika giró hacia el interior del departamento y abrió ligeramente la puerta del balcón para ver qué pasaba dentro.

-¡Págame lo que me debes, Listón!

La voz de Saber resonó mientras golpeaba ligeramente el tablero del juego de mesa.

-¡Nopi, caíste en la cárcel y no puedes cobrar!

Yotsuba, con una sonrisa burlesca, movió su dinero delante de Saber.

-¿Qué clase de reglas son esas? En el Ricopoly online me pagan incluso estando en la cárcel. Págame.

-Son reglas de casa. Debes estar preparada para estas... no es por presumir, pero aquí yo siempre gano. ¡Fufufu~!

Cerrando la puerta del balcón con una sonrisa, Ichika volvió a centrar su atención en la llamada que tenía con Goku.