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cap 467 y 468

Capitulo 467
Enrichment

“¿Ya se despertó Rina?”

Cuando Aron abrió los ojos, lo primero que escuchó fue la pregunta de su hermano pequeño. Todavía faltaba un poco para que Rina completara el procedimiento de cierre de sesión, pero Aron, debido a su íntima conexión con la simulación, había completado su cierre de sesión casi instantáneamente.

"Sí, lo hizo. ¿Qué estás haciendo aquí?" dijo Aron, alborotando el cabello de Henry y provocando un gruñido de fastidio del joven.

"Mamá me dijo que viniera a preguntarte si querías salir a jugar con nosotros ahora que podemos dejar el Cubo" le dijo Henry con insistencia. Estaba a punto de agarrar la mano de su hermano mayor y arrastrarlo hasta el ascensor.

"Claro" se rió Aron. "Vamos a jugar, te llevaré a visitar las depuradoras de aire y sal." Ahora que el imperio estaba en pleno apogeo, se concentraría en sacar todo el tiempo que pudiera para pasar con su familia.

“¡Sí! ¡Iré a avisarle a mamá para que pueda empacar nuestras cosas!”, exclamó Henry, y luego corrió hacia el ascensor. “¡Oh, también debería avisarle al tío Herschel y a la tía Virginia! ¡Estoy seguro de que también quieren salir y divertirse con nosotros!”.

Las puertas del ascensor se cerraron con un silbido y Henry saltó arriba y abajo hasta que se abrieron de nuevo, luego corrió a toda velocidad infantil por el pasillo hacia donde se alojaban los adultos para contarles las "buenas noticias".

En todo el mundo, personas que, como Henry, preferían vivir en el mundo "real" también habían abandonado sus hogares. Un explorador había descubierto el depurador de aire en el desierto de Thar, en Pakistán, y había publicado fotografías y un breve vídeo en su cuenta de Pangea, lo que animó a otros a realizar viajes a zonas remotas en busca de otras torres. El imperio, mientras tanto, ni siquiera se había molestado en ocultar su existencia. Y no es que no pudieran ocultarlas: Aron y Gaia simplemente habían decidido que sería inútil intentarlo siquiera.

A medida que se fueron descubriendo más y más, la gente se preguntaba qué podían ser. La discusión en Internet era alocada... hasta que alguien consultó el Registro Akáshico y descubrió exactamente qué eran, para qué estaban construidas, cómo funcionaban y mucho, mucho más. Y cuando publicó esa información en forma de un largo mensaje en el foro, en lugar de que la gente se enojara porque su entretenida discusión se hubiera arruinado, se emocionaron. ¡Todas esas enormes torres se habían construido en el transcurso de un breve mes! ¿No significaba eso que las ciudades fortaleza se construirían con la misma velocidad ridícula que los gigantescos depuradores de aire y mar?

¡Todos habían “construido” las casas de sus sueños en la simulación pública y estaban ansiosos por mudarse!

La revelación y la discusión resultante en torno a los depuradores de aire y mar también habían quitado algo de protagonismo a las personas que yacían inconscientes en las cápsulas médicas recibiendo sus bendiciones, al menos en su mayoría. Después de todo, los teóricos de la conspiración eran notoriamente tercos a la hora de promulgar sus teorías conspirativas favoritas y habían seguido negando obstinadamente que el imperio tuviera en el corazón los mejores intereses de la humanidad.

Dos semanas después.

Las cosas finalmente habían vuelto a la normalidad. Una vez que el imperio estaba funcionando a su máxima capacidad, la economía comenzó a recuperarse. Los acontecimientos de los últimos meses habían devastado todo, pero la mayor parte del daño real había sido a la frágil economía. El estallido de la burbuja espacial, seguido de una guerra a tiros, seguida de protestas masivas, seguidas de un confinamiento, luego disturbios en todo el mundo, luego otro confinamiento, una ola de ataques terroristas... La gente había quedado petrificada, y cuando la emoción a la que las economías son más sensibles es el miedo, no era sorprendente que hubiera tardado tanto en volver a encarrilarla.