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cap 781 y 782

Capitulo 781
Checking the Colosseum

[Haremos una pausa de una hora para evaluar la integridad estructural del Coliseo antes de reanudar la actividad], anunció el árbitro de IA, iniciando de inmediato un diagnóstico exhaustivo de cada rincón y componente. Su análisis se centró en identificar cualquier daño que pudiera comprometer la seguridad o la funcionalidad de la Arena. Dondequiera que se detectara algún daño, la IA determinaba si era necesario realizar reparaciones o si los repuestos podían reemplazar sin problemas las piezas dañadas, lo que garantizaba un tiempo de inactividad mínimo.

El descanso sirvió como respiro para los espectadores, que presenciaron una pelea extraordinaria y de alto riesgo, como nunca antes habían visto. Por lo general, las guerras entre civilizaciones terminan rápidamente o se prolongan como guerras de desgaste hasta que uno de los bandos se rinde o se alcanza un alto el fuego. Pero aquí, los acontecimientos habían desembocado inesperadamente en un enfrentamiento uno contra uno entre representantes de ambos bandos.

Esta situación fue algo completamente único, fruto de una rara combinación de circunstancias que no podrían haberse dado si al menos un factor hubiera sido diferente.

El Cónclave Astral llegó con flotas poderosas, pero debido al juramento de maná, se vieron obligados a actuar dentro de un plazo estricto. Esta restricción limitó su capacidad de reunir todas las fuerzas disponibles en un solo lugar para viajar coordinadamente por el agujero de gusano. Como resultado, no pudieron desplegar todo su poder, lo que preparó el escenario para una confrontación más pareja de lo que habían previsto.

El descubrimiento de las piedras de maná añadió urgencia a las acciones del Cónclave Astral. Temían que si se demoraban en reunir más fuerzas, otras civilizaciones podrían llegar primero al sistema estelar y reclamar territorios y, con ellos, el control de las piedras de maná. Esto los obligaría a seguir siendo compradores o a enfrentar batallas desafiantes contra otras civilizaciones poderosas, un escenario que no le sentó bien a nadie en sus filas.

La bomba de agujero negro fue otro factor decisivo, ya que reveló la capacidad del Imperio para destruirlos, sin importar lo fuertes que fueran. Esta revelación no solo infundió miedo, sino que también alimentó un profundo deseo dentro del Cónclave Astral de adquirir tal arma, otorgándoles el mismo poder para asegurar su supervivencia y dominio.

La defensa del Imperio y su capacidad para mantener su posición sin depender de bombas de agujero negro empujaron aún más al Cónclave hacia su decisión. Fue un momento raro y significativo, uno que creían que les daría la ventaja. Confiaban en la diversidad y la fuerza de sus habilidades, seguros de que podrían prevalecer en una confrontación directa.

Todos estos factores culminaron en lo que los ciudadanos de ambos bandos habían imaginado como un "escenario de ensueño". En lugar de que los líderes enviaran a sus soldados a enfrentarse a una muerte segura, ahora se vieron obligados a luchar personalmente. Este cambio de estrategia sin precedentes convirtió el conflicto en un espectáculo. La lucha también se transmitió tanto a todo el Cónclave Astral como al Imperio Terrano, donde fue vista por innumerables espectadores como si no fuera más que un evento de entretenimiento, en lugar de la guerra decisiva que daría forma a las futuras relaciones entre las dos civilizaciones.

Durante este descanso, la IA del árbitro reprodujo repeticiones de las peleas anteriores desde múltiples ángulos, lo que permitió a los espectadores comprender plenamente la gravedad de la situación. Mientras observaban, quedó claro que la decisión tomada por los líderes del Cónclave fue la peor opción posible. Lo que había comenzado como un acuerdo que aseguraba su victoria rápidamente se convirtió en una serie de derrotas, lo que dejó al Cónclave frente a una racha de derrotas inesperada, algo que nadie había anticipado que sucedería en sus vidas.