Así que aqui andabas maldita puta- el estadounidense aprieta la muñeca de japones- vas a venir a mi casa, ahora mismo japon
-p-pero y-yo solo vimos una película, no hicimos nada más, te lo juro amor- el japonés tenia una mirada de terror, había salido ese día con sus amigos, se divirtieron bastante pero cuando se detuvieron a comer helado el estadounidense apareció furioso, lo agarro de la muñeca y lo arrastro hacia un callejón
-no es una pregunta-
-n-no! Deja de hacer eso, no soy tu juguete! -se suelta del agarre del estadounidense, trataba de sonar firme pero se notaba a kilómetros que se estaba muriendo de miedo
-acaso me acabas de alzar la voz?- le da una cachetada- como te atrevez!? -lo empuja haciendo que se caiga, el estadounidense le empieza a dar patadas en el estomago, el japonés solo se abraza asi mismo tratando de no recibir mucho daño
-quien te crees!? No eres nadie maldito idiota! Me perteneces!!- dejo de golpear al japonés para despues suspirar y peinar su cabello hacia atrás- quiero verte en mi casa en una hora- dicho esto se fue dejando al pequeño japonés tirado en el piso, adolorido
El estadounidense se encontraba acariciando el cabello del japonés quien se abrazaba a sí mismo, recién acababan de tener sexo
-otra ronda? - el japonés lo miro con terror -es una broma, igualmente ya me aburrí
Se acerca a su mejilla y le da un beso
-vez? Si tan solo fueras mas obediente no te golpearia, ahora, que tal si me haces de comer? Tengo hambre- acerca su rostro al hombro del japonés dando una mordida
-s-si amor - el japonés se levanta, da una reverencia para después irse hacia la cocina, en su camino paso cerca de un espejo, se detuvo y se vio en el espejo
En el espejo pudo ver que tenia un labio partido y un ojo morado, vio su cuello, allí se encontraba un collar de perro de color negro con un "propiedad de Estados Unidos" escrito, tenía que usar aquel collar a todas horas, estaba prohibido que se lo quitara a menos que quisiera recibir una paliza
Le gustaría que todo acabará
El estadounidense se encontraba furioso, ya había pasado mucho tiempo y su comida no llegaba, también había llamado muchas veces a el japonés pero tampoco recibía respuesta, así que decidió ir a la cocina
Se quedo paralizado al ver que había una soja en el techo y al rededor del cuello del el japonés quien ahora se encontraba sin vida
El collar de perro que antes usaba el japonés roto en el piso
Gruñó molesto, maldita sea, solo le duró unos pocos años, maldito japonés, ahora tendría que conseguir otro juguete
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puro sexo
Saggisticaesta historia a sido creada por una chica que estaba hormonal y deseaba dejar todas sus cochinadas mal hechas en un libro Lo mas probable es que este libro ni sea publicado, si es asi, preocúpense porque no fue la creadora *contenido +18(? *cosas...