El reencuentro.

35 3 0
                                    

Jean Pierre estaba sentado frente a su gran ventanal, tenía una copa de Wiski escoses añejado en roble en su mano derecha y un cigarro de cannabis en la otra, no decía una palabra, pero el ceño fruncido no era una buena señal. 

Lionel entraba rápido colocándose justo a un costado de su jefe, desde el episodio del baño que él evitaba mirarlo de frente, evitaba a toda costa mirarlo a los ojos, incluso cuando arreglaba sus corbatas solo se concentraba en hacerle el nudo, en este caso había venido para informarle sobre el hallazgo de Marion, sus hombres la atraían desde Busan.

--Señor, en dos horas Fungí y Hambull traerán a Marion, ¿necesitara algo especial para recibirla señor? -- dijo con seriedad, el tono que usaba para hablarle desde aquel día.

--Jimin no fue a trabajar en ninguna de las tomas para los comerciales, me dijeron que las imágenes de Jimin se tomaran después, no habrá más interacciones entre nosotros, no eran necesarias eso dijo el maldito de Miller ni siquiera me dio su número para poder hablarle. -- dijo sin siquiera mirar a su asistente, él también evitaba mirarlo, sabía que si lo hacía lo tomaría, aunque este no quisiera, no podía verlo y no pensar en Jimin, ¿estaba volviéndose loco?

--¿necesita que le consiga el número de él? -- pregunto firme.

--Necesito saber con quién peleare este sábado, ¿sabes algo?

--No y si..., es decir sabemos que peleara con un tal Lobo negro, sabemos que ha peleado en el ring, y nunca ha perdido, sin embargo, lo que no sabemos es su nombre real, pero estamos averiguando todas las pistas que salen, pero todo nos lleva de regreso al Ring y al dueño de ese lugar.

--Bien, mañana sea quien sea pateare el trasero de ese tipo, necesito sacar la frustración que tengo encima, después de hablar con Marión iré a la agencia, tengo una sesión de fotos y luego al gimnasio necesito estar preparado para la pelea, si el tipo es bueno debo estar listo. -- dijo antes de beber un profundo trago de su copa.

--Lo estará señor, voy a dar la ruta entonces al chofer, para que esté listo señor. -- Agrego presuroso preparándose para salir de la habitación, cuando su mano fue tomada con firmeza, trago grueso y miró hacia su mano, su jefe no volteaba a verlo, pero sostenía firme su brazo mientras se ponía de pie.

--Necesito que averigües que está haciendo Jimin, dónde va, qué hace, cuál es su rutina, necesito saber cada paso que dé.- giro a mirarlo por primera vez en una semana, ante los ojos de Jean, Lionel tenía un gran parecido a Jimin, lo contemplo un momento, tiro un poco más su brazo, girándolo, haciéndolo chocar contra su pecho de frente, puso una mano en su rostro acunándolo, haciendo que el corazón y la respiración de su asistente se agitara con vehemencia-- Necesito... tenerlo en mis brazos Lionel, Jimin se ha transformado en alguien necesario en mi vida, ¿lo entiendes Lionel?-- el chico afirmo-- yo quiero que él me mire como lo haces tú, quiero que su cuerpo tiemble como el tuyo ante mi toque, lo quiero para mi Lionel, ayúdame a tener a mi doncel-- se acercó a su asistente, lo beso lentamente, tan dulce, tan necesitado, que su asistente se derretía en sus brazos, Jean Pierre lo acerco tomándolo por la cintura aprontándolo contra su cuerpo.

El beso suave y dulce estaba pasando a uno más pasional, Lionel se dejaba hacer por su mayor, cuando Jean soltó sus labios, coloco su frente pegada a la de su asistente respiro profundo, saboreando los dulces fluidos de la boca de Lionel, lo tomo por los hombros para mirarlo de frente, El menor noto las lágrimas que fluían por las mejillas del alto, eso lo estremeció.

--Si tan solo fueras Jimin... si tan solo fueras él-- le dijo mientras acariciaba con su pulgar los labios del más bajo-- te estaría haciendo el amor ahora mismo, pero solo eres tú, Lionel, solo tú...-- su voz se hizo dura y gruesa-- y no quiero que seas tu maldita sea...-- Tomo al chico nuevamente para besarlo con agresividad, lo apretaba mientras lo llevaba casi ha andas hasta arrinconarlo contra la muralla, comenzó a meter sus manos bajo la camisa del traje, Lionel trataba de zafar pero el hombre frente a él lo seducía.

¿Cómo te va mi amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora