CAPITULO 1

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CAPITULO 1 - NO OLVIDES TU OPORTUNIDAD

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CAPITULO 1 - NO OLVIDES TU OPORTUNIDAD

"Si pudiera retroceder el tiempo y volver a aquel día en el que todo comenzó, haría lo mismo una vez más, con la diferencia de aprovechar aquellos momentos fugazes de alegría.

Solo para poder admirar tu amable sonrisa una vez más.

El pensar en ello me hace creer que todo valió la pena"

—Emmeline, es hora de levantarse —Mencionó en voz alta la mujer que a cuidado de mi desde pequeña, mi nana.

Al abrir las cortinas de mi habitación y dar paso a la luz del sol tuve que cubrirme los ojos, aquel brillo es agradable, pero sofocante.

—Buenos días a tí, nana. Me levantaré de inmediato —Respondí saliendo rápidamente de la cama, me coloque mis pantuflas y fuí directo al vestidor seguida de dos mucamas, al entrar me senté en un sillón y antes de que pudieran cerrar la puerta ví como el personal de limpieza se encargaba de mi habitación por órdenes de mi cuidadora.

—Aquí tengo la ropa de la señorita —dijo una mucama entregándome el conjunto de hoy, la ropa era un vestido rojo sencillo, una camisa blanca hasta el antebrazo, medias negras y zapatillas rojas. Lo mejor fué que la ropa como cada día estaba limpia y planchada.

—Tienes exactamente cinco minutos para cambiarte a partir de ahora. —Nana entró a la habtación mirando su reloj de muñeca,

Mientras me cambiaba pude escuchar los sonidos de las aspiradoras y el ajetreo diario de la servidumbre, ya podía sentir el aroma de los alimentos frescos que habían traído para mí.

Una vez terminé de cambiarme las mucamas se encargaron de mi cabello, mis manos y rostro, hoy en particular tenía un agradable ánimo.

Al salir del vestidor contemplé mi habitación tan reluciente e impecable sin ninguna falla, o eso creí.

—Espera —mi nana tomó una bandeja de la mesa y miró de reojo.

—Tú —dijo, señalando a quien trajo la bandeja de fruta—, ¿Acaso te parece limpio ésto? —Por si fuera poco tomó al personal del cuello de su camisa y restregó su rostro contra la fruta.

Que bochorno.

—¡Responde! Arruinas la mañana de tu señorita —Replicó soltando a la mucama.

—L-lo siento mucho, pero eso no es culpa mía. Yo solo tomé la bandeja de la cocina —Se excusó. Pobrecita, se ve asustada.

—¡¿Y no tienes ojos?! ¡Podría acusarte por tratar de envenenar a...

Simplemente era demasiado.

—Nana, fué suficiente. Solo cumplía una orden —Decidí intervenir con una voz calmada, y al hacerlo los ojos de todas las personas presentes en la habitación fueron a mí.

THE SECRET FLOWER || TPNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora