En un mundo debastado por la guerra, se creó una promesa con el fin de mantener el orden y brindar paz a los demonios y humanos para acabar con el conflicto que parecía no tener fin, promesa que fué pasando de generación en generación al Clan Ratri...
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CAPITULO 3 - LA EXPLORACIÓN
—Emmeline, siéntate —Su voz fué alta y clara a pesar de no haber gritado.
Hice lo que me pidió al momento, tomando lugar en la silla vacía del lado derecho de Jackson. Parecía estar tranquilo, e incluso emocionado, pero disimulaba lo suficientemente bien como para que mi padre no lo notara.
—Estoy al tanto de sus resultados en los últimos exámenes, evidentemente hubo una mejoría, por lo que creí prudente anunciar el siguiente paso que será fundamental para sus futuras tareas.
Estaba tan ansiosa que sentía que cada vez que hablaba lo hacía de forma tardía, como si el tiempo se detuviera.
—Hablemos del proyecto Lambda —Dijo, deslizando dos sobres de su escritorio hacía nosotros.
—Todo lo que necesitan saber se encuentra aquí —Apuntó con el dedo a cada sobre—, como sabrán, los niños de los doce años para adelante comienzan a familiarizarse con sus futuras carreras, y ustedes van por aquel camino. Cada uno con una tarea diferente debido a sus aptitudes y capacidades, es por eso que fueron asignados a este lugar, tendrán diferentes tareas en este laboratorio, y elegirán uno o más casos como su proyecto final.
Jackson y yo nos miramos con sorpresa.
—Se prepararán en estos tres años, para que a los quince años puedan defender su proyecto, solo así podrán comenzar a trabajar en sus áreas asignadas. —Con una sonrisa se cruzó de brazos y aguardo en silencio, esperando nuestra salida de la oficina.
—Muchas gracias por esta oportunidad, no voy a defraudarlo, tío. —Jackson se levantó de la silla y dió una reverencia, para posteriormente salir, dejándome a solas con él.
—¿Tú no vas a agradecerme?
No supe cómo reaccionar a ese comentario desagradable, casi como si le gustara desafiar a los demás, con esa sonrisa confiada y ese tono de voz grosero que solo lo hacía para denotar su supremacía.
—Agradezco esta oportunidad, padre. —Todo eso, para que ni siquiera se atreva a mirarme.
—En el sobre se encuentran tus nuevos horarios y materias, mañana por la mañana recibirás tu nueva escolta y partiremos lo más pronto posible. No quiero retrasos.
—Nueva...escolta? —Me estremecí en mi lugar ante aquel comentario, no podía ser verdad, no podría ser que tan rápido se haya enterado.
—Ojalá cada vez que recibiera noticias tuyas fueran agradables.
