𝑪𝑯𝑨𝑵𝑴𝑰𝑵: "Seungmin estaba enamorado de Bang Chan desde hace años.
El intentaba declararse una fría tarde de diciembre, pero se da cuenta que su amor nunca será correspondido. ¿Por qué?, Por qué a Bang Chan le gusta una chica llamada Heather.
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Seungmin pasó cerca de una hora analizando lo que haría. Dando vueltas por su habitación, mirando de vez en cuando su celular y la carta anteriormente terminada.
Tenía un ligero brillo de esperanza de que Bang Chan lo llamaría, pensó que lo buscaría ya que había faltado a clases ese día. Pasaban largos minutos y él teléfono permanecía con la pantalla apagada y en silencio, ni siquiera una vibración ni algo similar.
Comenzaba a impacientarse, el castaño solamente buscaba y esperaba que apareciera una razón para arrepentirse, una sola sería suficiente. Bueno, no cualquier razón, una llamada de Bang Chan.
Seungmin en algún lugar de su dolido corazón, en verdad no quería hacerlo. Pensó que aún había un ligero motivo para desistir y seguir adelante.
Aunque, el tiempo se le estaba acabando.
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Mientras tanto, Bang Chan se preocupaba cada vez más. No había visto al menos durante todo el horario de clases y se sentía culpable.
Ésto porque desde que había besado a Seungmin, había cambiado su manera de tratarlo. Dejó de llamarlo, dejaron de salir a caminar o a cualquier lugar, se apartó de él lo más que pudo, y sabía bien que sus acciones lo lastimaban aún más.
Tenía sentimientos demasiado confusos con respecto al castaño, por un lado pretendía tener coraje hacia él, después de todo, la idea del beso fue suya. Pero realmente esa escena no había salido de su cabeza ni por un segundo, ya ni siquiera lograba concentrarse correctamente en la Universidad y había estado distante según palabras de Heather.
Si quererlo ni aceptarlo, acabó enamorado de Seungmin se una forma considerable. ¿Pero cómo remediarlo?, Ya había herido a aquel chico de cabellos ondulados y ojeras profundas, y si ahora volvía con su mejor cara diciendo "me enamoré de ti" seguramente las cosas saldrían mal, pensó.
Además, aún estaba la pelinegra. No sabía si en verdad deseaba dejarla, la adoraba, aunque ahora... No lograba medir qué tanto en comparación con Seungmin.
– No seas tan idiota Chan, ¡Ve con él! – contestó el de menor estatura al terminar de escuchar la historia del mayor.
