Mi Asesina (FreenBecky UA)

Cap. 3 - Tregua

Casi media hora de caminata transcurrió en su mayor parte en silencio, sin que ninguna de las dos abriera la boca para decir nada.

"Esta es mi parada," anunció Freen en cuanto apareció un hotel a la vista. Era bastante decente. Ni extravagante ni demasiado cutre.

"¿Te alojas en un hotel?"

"Bueno, estoy aquí por negocios."

"¡Oh!" Becky dice tomando nota del acento de nuevo. Obviamente no era de por aquí.

"Encantada de conocerte..." Freen dice extendiendo su brazo hacia Becky.

"Becky," dice estrechando su mano.

"Freen." Freen se estremece un poco por haber revelado su nombre. Fue un desliz. Un desliz que nunca cometió. Un desliz que podría ser mortal. Nunca le pasó a ella. Ella no mete la pata. ¿Qué tenía Becky que hacía que todo fuera diferente?

"¿Por qué no entras?" Freen preguntó.

"¿Eh?"

"Siempre puedo añadir algo de placer a mi negocio," sonrió con satisfacción.

Becky pareció pensárselo, así que Freen volvió a hablar. "Tengo ojos, ¿sabes? No hace falta ser un genio para adivinar que no me has acompañado hasta aquí sólo para garantizar mi seguridad. Entonces, ¿qué quieres de mí?"

"A ti. Sólo te quiero a ti, sólo por una noche." Becky mantuvo el contacto visual con Freen, su voz era apenas un susurro. Estaban tan cerca, sus labios casi se tocaban.

"Eso es todo. Mi caballero de brillante armadura, ¿te importaría acompañarme en una noche maravillosa?"

"Será un honor." Ambas rieron antes de entrar juntas.

"¿Whisky?" ofreció Freen. Becky aceptó el vaso y se sentó en uno de los sillones.

"Ven aquí." Becky la acercó agarrándola de las manos y Freen se sentó a horcajadas sobre su regazo, con una rodilla a cada lado de las caderas. Se echó el pelo hacia atrás, lejos de sus pechos, dejándola expuesta a la mirada hambrienta de Becky.

"¿A qué te dedicas, Becky?" La pregunta sorprendió a Becky cuando Freen captó el repentino estremecimiento, fue tan sutil que Freen ni siquiera lo hubiera captado si no fuera tan buena leyendo a la gente.

"Trabajo para el gobierno."

"¿Tienes un alto cargo en el gobierno o algo así?" Freen inclinó la cabeza hacia un lado interrogativamente y frotó sus manos sobre los pechos de Becky.

"Algo así," dijo Becky, levantando la mano para mover un mechón de pelo que ni siquiera estaba allí detrás de la oreja, pero Freen captó el movimiento nervioso. Interesante, técnicamente era un farol, pero Freen sabía que tenía que andarse con cuidado.

Becky puso una mano temblorosa en su muslo, casi temerosa de tocarla. Pero había cometido un error. Freen captó el movimiento. O Becky sabía que algo no iba bien o estaba realmente nerviosa. Freen no iba a correr riesgos.

Comenzó por desatar la corbata de Becky, deslizándola desde su cuello. Puso su mano en la mandíbula de Becky, acariciando la suave piel de su mejilla. Rozó sus labios con los de Becky y luego le agarró la nuca, golpeándole la nariz con los nudillos de la mano derecha. No tan fuerte como para rompérsela, pero sus ojos lagrimearon automáticamente, comprometiendo su visión el tiempo suficiente para que Freen cogiera una rodilla y se la clavara en el diafragma, haciéndola ahogarse y balbucear.

Freen la puso de rodillas en el suelo. Se colocó detrás de Becky y utilizó la corbata para estrangularla. Becky agarró la corbata con ambas manos, intentando apartarla de su garganta. Aún se estaba recuperando de los primeros ataques de Freen y no podía dominar su fuerza. Freen tenía más terreno y más palanca.