OnE ShOtS De JoHnShI

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Día:Wu Shi/Festival

Después de meses de entrenamiento en la Academia Wu Shi, Raiden finalmente lo había logrado. Había derrotado con éxito a los demás en combate, y Liu Kang lo había declarado campeón de Earthrealm. Partirían hacia Outworld dentro de siete días; Al día siguiente comenzaría a entrenar con el amuleto que le otorgaba el poder sobre el Rayo y el Trueno, pero esa noche celebrarían su victoria.

El patio estaba lleno de música y risas mientras tintineaban sus copas "al Elegido". Bebieron y hablaron, y bebieron un poco más, hasta que Kung Lao apenas pudo mantener la cabeza erguida, lo que provocó que Raiden se retirara temprano y lo guiara a la cama.

Mientras los dos se dirigían a trompicones hacia el dormitorio y desaparecían, Kenshi miró a Johnny, que todavía estaba bebiendo su vino. Estaba apoyado en una columna debajo de la glorieta y miraba hacia el cielo. Las estrellas de arriba parpadeaban como pequeños pedazos de brasa.

Kenshi se sentó a su lado y no pudo evitar sonreír.

"Infierno de noche, ¿eh?", preguntó.

"Sí... hombre, todavía no puedo creer que Raiden vaya a representarnos en el torneo".

Kenshi se rió y levantó una ceja. —No estás celoso, ¿verdad?

"¿Yo? ¡No! Me golpeó de manera justa. Merece ser el centro de atención. Además, ya tengo suficiente con ser una estrella famosa y todo eso".

"Claro. Al menos nos da al resto de nosotros algo de tiempo para respirar".

"Para ser honesto, me alegro un poco de que no sea yo. Debe haber mucha presión", admitió Johnny. Vaciló antes de continuar.

"Quiero decir, ¿has pensado en lo que pasa si perdemos? Los Reinos... Hay mucho en juego. ¿Y si no estamos preparados? ¿Qué pasaría si...?

"Jaula.", Kenshi lo interrumpió. "Todo va a estar bien".

"Eso es fácil de decir para ti. Has estado en cientos de peleas. Pero esto no es como una película. No tenemos una segunda oportunidad. No podemos gritar 'corta' y hacerlo de nuevo. ¡Si fallamos, eso podría ser todo!"

"¡Johnny, detente! Por favor".

Johnny lo miró fijamente, con los ojos muy abiertos. Kenshi había puesto sus manos sobre sus hombros. Al principio no lo había notado, pero ahora podía sentirlo: su corazón, latiendo contra el interior de su pecho como un martillo.

"No te das suficiente crédito a ti mismo. Liu Kang puso su fe en nosotros, y todo lo que podemos hacer es lo mejor que podamos", dijo en voz baja, su voz casi un susurro.

Johnny asintió lentamente. Cuando se encontró con su mirada, finalmente logró salir de ella. Algo en su comportamiento tranquilo y el peso de las manos de Kenshi sobre sus hombros aliviaron su ansiedad, lo suficiente como para centrar su atención en el hombre frente a él en lugar de los pensamientos acelerados dentro de su cabeza.

Por un momento, permanecieron así, hasta que Johnny pudo alejarse.

"Tienes razón... Sí, tienes razón. Claro. ¡Lo siento!", jadeó. "No suelo ser esto..."

"No lo menciones". Los labios de Kenshi se curvaron en la más leve sonrisa, de alguna manera tranquilizadora y reconfortante a la vez. "Tomamos mucho vino".

De nuevo, Johnny asintió. Pero por alguna razón no pudo evitar reírse de la situación. Exhaló, la tensión abandonó gradualmente su cuerpo.

"Gracias", dijo.

"Como dije. MUCHO vino".

★Sonnenkern★