Cinq

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Definitivamente estaba volviéndose loco, no podía creer que casi había soltado su secreto a YoonGi en un arrebato por descubrir más de aquel omega, era consciente de que en su mente solo vagaba la imagen de aquel omega y no podía sacudirse la sens...

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Definitivamente estaba volviéndose loco, no podía creer que casi había soltado su secreto a YoonGi en un arrebato por descubrir más de aquel omega, era consciente de que en su mente solo vagaba la imagen de aquel omega y no podía sacudirse la sensación de que había algo más en él, de cierto modo sabía que por eso era el más protegido de la manda. Si se atrevía siquiera a darle indicios a su hermano de lo que había pasado la noche anterior con el más joven, no quería ni imaginar hasta donde volaría la habilidosa mente del alfa a cargo de JungKook.

—Ya no debería pensar en nada de eso...—susurró, mientras miraba el móvil donde hace unas horas había hablado con YoonGi, con un miedo de un adolescente que pudieran encontrar haciendo alguna fechoría menor—. Debo concentrarme en mi manda.

Si bien en las últimas horas aquel omega era el tópico más constante en sus pensamientos, tenía además la responsabilidad de cuidar su propia manada; no podía permitirse que sus instintos lo dominaran y que el calor que había compartido tuviera más peso. Pensó en la conversación la noche anterior con YuGyeom, donde el alfa aseguraba que las cosas estaban bien en su manda, lo que calmaba su ansiedad por regresar más rápido a su tribu. Justo cuando TaeHyung estaba sumido en sus pensamientos, escuchó un golpe seco en la puerta de madera vieja de su cabaña. Se levantó perezoso a abrir esta, encontrándose con quien menos esperaba esa tarde.

—Hola, hermano—saludó aquella voz, mientras se adentraba a la cabaña con calma; ignorando por completo la batalla mental del de cabellos negros—. No vi a qué hora te fuiste anoche, tampoco entiendo tu llamada de esta mañana. ¿Está todo bien?

TaeHyung asintió, mientras ambos alfas se acercaban a lo que era la pequeña sala de aquel lugar y se sentaban de manera brusca en el sofá.

—Estaba cansado, así que decidí solo tomar mi camino—aseguró, mientras esquivaba la mirada curiosa de su mayor—. Como sea, me preocupaba un poco mi manada, por lo que aproveché la hora para hacer llamadas a YuGyeom y ver cómo estaban todos por allá.

—Me imagino lo útil que es que se quede alguien a cargo sin excederse en el poder que le das.

—Es un poco pesado a veces lidiar con él—se quejó mientras rodaba los ojos, pensando en la conversación de la noche anterior que no estaba ni por cerca de lo que seguramente estaba pensando YoonGi—. Pero son cosas que como jefes tenemos que aguantar algunas veces, ¿no lo crees?

El mayor sonrió, asintiendo a lo que su hermano estaba platicando para luego soltar un suspiro un tanto cansado.

—YoonGi, ¿pasa algo en tu manada? —inquirió, muy curioso de que su hermano pasara por algo que no pudiera controlar—. Quiero decir, ¿hay algo que esté mal con tu manada estos días?

—No realmente, quiero decir nada fuera de lo típico de las crías más jóvenes.

—Con que hay problemas de rebeldía en tu manda...—observó, un tanto sorprendido de que el mayor compartiera con él su carga como líder de esa manada que era ligeramente más grande que la suya—. En mi manada el problema radica más en las parejas jóvenes, ya sabes, aun no conocen los límites y a veces quieren hacer lo que quieren, sin considerar las consecuencias.

Inexorable ❀ᴛᴀᴇᴋᴏᴏᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora