Limerencia

Capitulo II

Luego de ir a casa para buscar las cosas que necesito para recoger las muestras, me encuentro en el muelle a la espera de mi mejor amiga, cuando escucho una notificación de mi teléfono.

1 nuevo mensaje de Lu💞

Lu💞: Ab, he traído a Sofía a casa, pero se ha comenzado a sentir mal, al parecer comió muchos dulces en el almuerzo.

Abril🧿: ¿Necesitas que les lleve algo?

Lu💞: Tranquila, ya viene ayuda, ¿nos vemos luego?

Abril🧿: Vale, pasaré en la noche a ver qué tal sigue. Bss.

Corto la llamada y marco el número de Paolo. Sus padres tenían un yate que él y su hermano heredaron, en el que desde pequeños íbamos a buscar buenos lugares para nadar.

Ahora mi mejor amigo nos lleva a bucear cada vez que nos apetece o necesitamos recoger muestras para los experimentos de la academia de Biología Marina, en la que estudiamos.

-¡Vaya, miren con quién tengo el honor de hablar!-responde irónico del otro lado de la línea.

-Hola Goofy!

-¿En qué puedo ayudarla señorita "voy a casa de mi mejor amigo para ver a su hermano, del que finjo no seguir enamorada"? —se burla

-Ey! Sabes que fui por tí-replico.

-No, definitivamente no fuiste por mí, estuviste en mi casa más de 1 hora y apenas hablamos.

-Me fui antes, Lu tuvo un problema y la estaba ayudando cuando surgió la idea de ir a bucear.

-Sí, me lo ha dicho-hace una pausa-De hecho justo ahora voy a su casa para llevarle unas medicinas a Sofi, comentó que no está bien del estómago.

-Por eso hemos tenido que posponer el plan, pero necesito las muestras de corales para hoy.

-Así que me llamaste para que te lleve en el yate.

-Exacto, sabes que no hablo con muchas personas en el pueblo, así que mi única opción eras tú.

-Yo no podré llevarte, pero llamaré a Alex, me dijo que estaría por el muelle dándole un tour a mi sobrino, tal vez pueda hacernos el favor.

-Prefiero que no.

-Será divertido- ríe y corta la llamada sin dejarme replicar.

Si fuera la misma Abril de hace 4 años, estaría emocionada porque Alex diga que sí a llevarme a bucear.

Pero he cambiado, me niego a dejarme ilusionar por él de nuevo para que termine pisoteándome otra vez, justo como hizo antes de marcharse a París.

Cuando estoy apunto de marcharme, siento una voz conocida a mi espalda acercándose y pregunto para mis adentros por qué tendré tan mala suerte.

Rezando porque no me haya reconocido camino rápido para salir del muelle, pero al parecer hoy el universo ha decidido conspirar en mi contra.

-Hey Abril!-me llama el mayor de los Mendoza.

Valoré la opción de hacer como que no escuché, pero soy sorprendida por unos pequeños brazos que envuelven mis piernas por detrás.

-Hola!-me giro soprendida y sonrío al ver de quién se trata.

Este pequeño tiene el poder de borrar de mi mente recuerdos amargos que su progenitor me provoca.

-¡Gracias por el regalo que has dejado en casa del tío Paolo!-me mira con el brillo en los ojos que caracteriza a cualquier niño feliz-¡Me ha encantado!