12

205 26 18
                                    

El sol bañaba la fauna de Pandora y el sonido de los animales llenaba la brisa como una cacofonia dulce; Naru sostenía a Tuk con fuerza mientras usaba su cinturón como una correa para aferrarse a la gran bestia voladora que las acercaba cada vez más al asentamiento de los Na'vi.

La niña sonreía ampliamente pero su expresión se ensanchó aún más cuando vió a lo lejos a varia de su gente parada e inquieta en la  entrada del asentamiento. Su pequeña manito señaló a los Na'vi y miró a su tía por encima del hombro.

—¡Mira Tía! ¡Nos están dando la bienvenida! —Dijo emocionada la pequeña y entrecerró los ojos—Creo que esos son mi mamá y mi papá...

Naru tragó grueso.

—Si bueno... Necesito que hagas algo por mi, Caramelito... —Dijo con voz calmada— En cuanto lleguemos allá, debes impedir que tus padres me asesinen ¿Si?

Tuk frunció el ceño.

—¿Por qué te asesinarían? Ellos estarán felices de que ambas estemos bien...

Naru suspiró ante la inocencia de su sobrina.

—Solo prometelo, niña...

Tuk asintió no muy convencida.

—Prometo que te protegeré y no dejaré que te maten, tía...

La mujer, con un mal presentimiento, ordenó a la bestia a través de su trenza neuronal que bajara hacia la entrada del asentamiento y está lo hizo. Aún era muy extraño para ella ser dos seres a la vez; ella y Txep'fko eran uno cuando volaban, podía sentir plenamente sus alas como propias y cada emoción ardía en ella con el mismo fervor, por lo que no fue extraño que la bestia se agitara nervioso cuando sus patas llegaron al suelo con un estruendo seco.

Naru bajó primero y con cuidado puso a la pequeña Tuk en el suelo, la primera en correr hacia ella fue Neytiri y con lágrimas en los ojos se fundió en un caluroso abrazo con su hija menor, seguida de Kiri y los hijos varones de su hermano. La imagen tierna calentó su pecho mientras separaba su cola neuronal de la de Txep'fko pero está tranquilidad fue sacudida cuando Jake apareció repentinamente y de un empujón la hizo caer de culo al suelo.

Naru se levantó de un brinco y miró a su hermano con las orejas pegadas al cráneo.

—¡¿COMO SE TE OCURRE LLEVARTE A TUK Y DESAPARECER POR DOS PUTOS DIAS?!

Naru permaneció alerta y su cola serpentea en el aire.

Tu hija está bien, yo no dejaría que nada le pasará, no soy un monstruo... —siseo entre dientes.

El sonido de una bofetada género un silencio pesado en el lugar; al instante Tuk salió del abrazo de su madre y corrió paraonerse en frente de su tía de manera protectora.

—¡¡No lastimes a mi Tía!! ¡¡Ella solo cuidó de mí!! ¡¡Yo fui quién decidió soltarla y también la seguí lejos del asentamiento!! —Chillo la niña a lo que Naru No pudoevitar mirar sorprendida a su sobrina quien la defendía con ferocidad— ¡¡Ella es buena y amable conmigo!! ¡¡Yo fui mala y desobediente!! ¡¡Así que no la golpees y pégame a mí!!

El silencio reinó en el lugar y cuando Jake alzó una mano hacia la niña, Tuk cerró con fuerza los ojos esperando un golpe o lo que sea; Pero en cambio resolvió una cariñosa caricia el el cabello.

—Yo no... No voy a golpearte... —Murmuro el hombre antes de arrodillarse para abrazar con fuerza a su hija menor—Estoy agradecido con Eywa por traerte sana y salva de regreso.

Naru miró la escena y con una expresión un poco resentida se frotó la mejilla adolorida, odiaba eso en lo absoluto; Siempre se desquitaban con ella sin importar que hubiera hecho y eso en verdad la frustraba.

KELKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora