Capitulo 5

242 41 0
                                    

POV Alysanne Targaryen

Después de hablar con nuestras primas, Gaemon y Aegon se fueron a no sé dónde llevándose a todos menos a Aemond el ambiente seguía pesado por lo que estábamos alejados de todo el banquete que se estaba dando en honor a Laena

—¿Sabes? desde que tengo uso de razón he pensado en porque mi nuevo de dragón no eclosionó— habló Aemond con tristeza sus ojos reflejaban melancolía me acerqué a él notando la frustración en su voz

— Sabes que ha pasado más de lo que piensas en nuestro linaje que un huevo de dragón no nazca— le respondí intentando poder reconfortarlo

—Aún así..... tú conseguiste a Caníbal cuando éramos más pequeños.... Y si¿me ayudas a reclamar a Vhagar?—

Le mire sorprendida por esto

—No se sabe dónde está Vhagar, no ha vuelto a donde se la ha visto —intenté convencerlo, sintiendo cómo la preocupación se apoderaba de mí. Sabía que, una vez que Aemond se le mete algo a la cabeza, ya no se le puede sacar

—Sabes que esos sonidos a la lejanía son ella —dijo, su voz firme y decidida. Yo seguía indecisa, atrapada entre el querer ayudarlo y el temor a lo que eso implicaba—. Vezof, ñuhys daoruni, naejot Vhagar.—

(Por favor, hermana, déjame reclamar a Vhagar.)

Chasqueé un poco la lengua, sintiendo la tensión en el aire, y tras un momento asentí si algo pasaba al menos estaría yo para ayudarlo, nos escabullimos fácilmente del lugar mientras caminábamos pensaba en cómo hacer para que Aemond deje esa idea atrás tan metida estaba en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habíamos llegado hacia donde estaba recostada Vhagar cuando sentí como mi hermano me jaló atrás tuyo

—¿Seguro que es buena idea? ella ahora está dormida no es bueno molestar a un dragón cuando está durmiendo— susurré admirando las escamas que tenía Vhagar

—Tranquila Aly, prometo que conseguiré a Chagar si no lo logro entonces moriré en el intento, un Targaryen no es uno si no tiene un dragón— la determinación en la voz de Aemond me comenzó así que retrocedí intentando no hacer ruido

Aemond corrió hacia unos arbustos y se ocultó entre ellos Vhagar seguía dormida su pecho se elevaba y caía con cada respiración, tenía los ojos cerrados pero su cuerpo se movía ligeramente aveces veía como mi mellizo comenzaba a intentar trepar la red que conectaba con la silla de montar que aún permanecía en su lugar de repente escuché una fuerte inhalación. Vhagar abrió los ojos y miró directamente a Aemond me alarme pero él se veía sorprendentemente calmado no sé si fue por la intervención de los dioses pero Vhagar decidió volver a dormir por esto solté un suspiro de alivio

Seguía observando como Aemond intentaba subirse a la silla pero eso despertó a la dragona ella gruño amenazante y comenzó a generar fuego en el fondo de su garganta

—AEMOND ALÉJATE— grité tratando de que se moviera mientras corría hacia el me aprendió que en vez de huir Aemond levantó la mano con firmeza hablado con autoridad

—¡Dohaeras! Dohaeras, Vhagar!— ordenó en alto Valyrio exigiendo que se mantuviera a los pies y obedeciera —iLykirī! iLykirī! Lykirī!—

Por alguna razón dejé de correr y seguí quedándome atrás observando como Vhagar dejaba de intentar lanzar fuego y cedía permitiendo que Aemond subiera ella ya lo había aceptado como nuevo jinete cuando él ya estaba encima apenas podía destingit a mi mellizo que festejaba mientras yo lanzaba gritos de alegría ahora Vhagar tenía un nuevo jinete y Aemond una dragona

Sentí el suelo temblar mientras Vhagar se levantaba sacudiendo la tierra intenté mantenerme de pie y pronto vi como emprendían vuelvo corrí hacia donde había dejado a Caníbal, con la práctica de varios años logré montarlo en menos tiempo de lo habitual una vez en el aire disfruté de la sensación del viento golpeando mi rostro y revoloteando mi cabello

En poco tiempo el sonido de los aleteos de Vhagar se hicieron presentes

—Vālāir tengo un dragón!— exclamó emocionado Aemond yo sonreí por esto estuvimos volando un tiempo más disfrutando de estar arriba en los aires haciendo pequeñas carreras entre nosotros compitiendo para ver quejen podía caer en picada más tiempo











Al regresar habíamos dejado a nuestros dragones ahora caminábamos por un túnel que conducía al castillo desde la playa aunque sentía que algo iba a pasar algo muy malo

Me sormeñdi al ver a nuestros sobrinos y primas esperando a la entrada sentí como Aemond me tomaba por los hombros protectora mente

—¡Es él— grito Baela señalando a Aemond con ojos de furia

—Si soy yo— respondió mi hermano con un tono de egocentrismo que rode un poco los ojos por esto

—¡Vhagar es el dragón de mi madre! — gritó Rhaena sin más enojada

Yo solo suspiro no quería estar ahora mismo en esta pelea lo único que deseo es ir a los aposentos que me asignaron y dormir por horas no sin antes darme un baño para quitar toda la tensión que tengo

—Tú madre ha muerto, Vhagar ahora tiene un nuevo jinete— habló mi hermano serio mientras que yo me mantenía neutra

—¡Ella era mía para reclamarla!— gritó Rhaena enojada

—¡Entonces debiste que haberla reclamado cuando tuviste la oportunidad! Ahora ya es tarde para eso— se defendió Aemond

Yo miré a los demás para después mirar a Rhaena fijamente

—Tal vez tus primos puedan encontrarte un cerdo para montar, creo que te quedaría bien—

Hablé algo divertida queriendo caminar para terminar esta pelea pero Rhaena fue hacia Aemond atacandolo, no lo fue buena idea ya que al ser más alto mi hermano la empujó fácilmente a un lado vi que Baela iba a golpearlo por lo que me puse yo recibiendo el golpe en la cara todo se descontroló mientras que yo peleaba con Rhaena y Baela Aemond peleaba con Jace y Lucerys hasta que una queja de Aemond me hizo verlo Jace le había tirado arena a los ojos camine rápidamente para ir hacia el al ver a Lucerys con la daga pero no logré alcanzarlo él se abalanzó hacia adelante atravesando el rostro de Aemond un grito ahora de dolor se escucho salir de mi hermano logré llegar hacia el

—¡AEMOND!— grité intentando que no cayera al suelo el gemía de dolor mientras que se agarraba la cara en la herida sus dedos estaban empapados de sangre

Vi hacia los demás Jacearys y Lucerys estaban juntos sus pechos subían y bajaban con cada respiración pero en sus ojos se veía como si esto fuera un triunfo

Pronto los escuderos llegaron por todo el ruido que se hacía esto jamás se los perdonaré a nuestros sobrinos que le hicieran una broma a Aemond se lo podía pasar pero que lo hubieran atacado eso si no

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La Hightower Donde viven las historias. Descúbrelo ahora