☆Mi Gran Oso Soviético☆

♡02♡

¿Dónde estoy?
Siento mi cuerpo pesado...
Mis ojos no quieren ver la luz
Qué cansancio
Siento mi brazo dolerme...
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¿Quién es usted?
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Hora:06:34 am
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Hasta que por fin despiertas niño...

Lo mira seriamente

D-donde estoy...?

Lo mira algo confundido y se sostiene la cabeza

¿Acaso no recuerdas que te metiste a mi cabaña sin permiso, llenaste mi alfombra de sangre y te desmayaste?...

Lo mira molesto

Y-yo...lo lamento señor...

...

No me hables...no me mires a la cara y si es necesario no respires...

Venezuela aguanta la respiración

¡No literalmente niño estúpido!...ya estás colmando mi paciencia...

Venezuela se mantiene callado

Tienes 5 minutos para levantarte de ahí y limpiar el desastre que hiciste...

Se levanta de aquella silla y sale de la habitación dejando al venezolano solo, pensando en todo lo que había pasado y lo que pasaría de ahora en adelante...

Ese hombre me asusta...parece un oso gigante...

Se quita la sábana de encima y trata de levantarse, mira abajo notando su brazo vendado, suspira y ve un suéter en la silla dónde estaba sentado aquel hombre, supone que es para él ya que hacía mucho frío.

Después de un minuto se encontraba en la sala de aquella cabaña, frente a él había un cubo de agua al igual que jabón, sin otra opción se agachó para limpiar la sangre de aquella alfombra, en eso se oyen pasos hacia él

Quiero que limpies la cocina, también que laves mis abrigos, al lado de aquí están dos más, en una habrá jabón y agua, aquí no hay tecnología niño, será a mano...

El venezolano lo mira algo sorprendido nada más en pensar que tiene que lavar abrigos de casi tres metros

Te dije que no me miraras a la cara...Me voy...si tienes hambre en la repisa hay pan

Sin más, solo salió y cerró la puerta dejando al venezolano nervioso y cansado de solo pensar en lo que tenía que hacer...

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Hora: 08:45 am
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El venezolano se encontraba terminando de limpiar la cocina
Limpiar la sangre de la alfombra le llevó más tiempo de lo que esperaba
Estaba nevando afuera, pero no tanto como antes.
Al terminar de limpiar buscó los abrigos de aquel hombre para lavarlos, estaban en una esquina y llegaban al techo, pero no por la cantidad, si nó por el grosor de estos.
Internamente estaba llorando, se acercó para agarrar uno, pero en eso le caen encima haciendo que cayera al piso